El presidente iraní Hassan Rouhani dijo ayer que Arabia Saudí presenta a Irán como un enemigo porque quiere encubrir sus derrotas en la región.
"Arabia Saudí no tuvo éxito en Qatar, no tuvo éxito en Irak, en Siria y recientemente ha fracasado también en Líbano. En todas estas áreas, no tuvieron éxito", dijo Rouhani en una entrevista en directo realizada por la televisión estatal iraní. "Solo quieren ocultar sus derrotas".
Arabia Saudí e Irán han estado luchando por el dominio en la región, especialmente en Siria y Yemen.
Recientemente, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed Bin Salman, llamó al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, "el nuevo Hitler de Oriente Medio" en una entrevista con el New York Times, intensificando la guerra de palabras entre los archirrivales.
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Las tensiones aumentaron durante este mes cuando el primer ministro libanés aliado de Arabia Saudí, Saad Hariri, dimitió de su cargo durante una transmisión de televisión desde Riad, citando la influencia negativa de Hezbolá, grupo libanés respaldado por Irán, y riesgos para su vida como los motivos para dejar su puesto.
Hezbolá calificó el movimiento como un acto de guerra diseñado por las autoridades saudíes, acusación que éstas negaron.
Hariri regresó a Líbano la semana pasada y suspendió su dimisión, pero ha continuado con sus críticas a Hezbolá.
Irán, Irak, Siria y Rusia forman una línea de resistencia en la región que ha trabajado hacia la estabilidad y que ha logrado "grandes logros", dijo Rouhani durante la entrevista, en la que estaba revisando sus primeros 100 días en el cargo de su segundo mandato.