El ministro de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí declaró ayer que Líbano está "secuestrado" por Hezbollah y que solo podría florecer con el desarme de la organización.
"Líbano solo sobrevivirá o prosperará si desarma a Hezbollah", declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Adel al-Jubeir, en una conferencia en Italia. "Mientras tengan una milicia armada, no habrá paz en Líbano".
Al-Jubeir declaró que la situación en Líbano es "trágica" y acusó a Irán de fomentar disturbios en todo Oriente Medio.
"Desde 1979, los iraníes siguen saliendo impunes del asesinato en nuestra región, y esto tiene que detenerse", declaró.
Hace un mes, Saad al-Hariri renunció como primer ministro libanés desde Arabia Saudí, desencadenando una crisis política en Beirut y empujando a Líbano a la primera línea de la rivalidad regional.Arabia Saudí negó negó haber coaccionado a su aliado para que renunciara, y al-Hariri ha regresado a Beirut anunciando que podría retirar su renuncia. Sin embargo, sus hijos permanecen en Arabia Saudí y no se han dado detalles sobre cuándo se espera que se reúnan con sus padres.
Arabia Saudí teme que Hezbollah e Irán intenten tomar el control de su vecino Yemen, apoyando a las fuerzas hutíes contra una coalición militar liderada por Riad.
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Hezbollah niega que esté luchando en Yemen, el envío de armas a los hutíes o el lanzamiento de cohetes contra Arabia Saudí desde territorio yemení. Al-Jubeir ha negado estas declaraciones de Hezbollah y ha declarado que su país no retrocederá en el conflicto.
"A los hutíes no se les puede permitir tomar el control de un país", declaró.
Al-Jubeir ha declarado además que su país solo tiene malas relaciones con dos naciones: Irán y Corea del Norte, y que Riad no tiene relaciones con Israel, que comparte las preocupaciones de Arabia Saudí sobre Irán, porque estaba esperando un acuerdo de paz palestino.
Ha declarado también que todos saben qué clase de solución necesita el conflicto. "No es ciencia espacial" ha aseverado, y agregó que estaba esperando que Estados Unidos presentase una nueva propuesta.
Al-Jubeir declaró que esperaba que un acuerdo establecería las fronteras de un estado palestino en la línea que prevalecía antes de la guerra de 1967, cuando Israel ocupó Cisjordania y la Franja de Gaza.
Sin embargo, declaró que se podrían hacer ajustes para los colonos: "El 70% de los colonos que están en la Línea Verde permanecen en Israel, y al otro 30%: les ofrecen una compensación y trabajan en el alojamiento, pudiéndose mudar a Israel".