Al menos 20.000 israelíes se manifestaron en Tel Aviv el sábado contra la corrupción del gobierno y el primer ministro Benjamin Netanyahu, acusado de corrupción.
La manifestación contra la corrupción del gobierno ha sido la de mayor participación de todas las protestas organizadas contra la corrupción. Mientras tanto Netanyahu sigue negando las acusaciones que recaen sobre él.
El líder es sospechoso de estar involucrado en dos casos. En el primero está acusado de recibir regalos de empresarios adinerados y el segundo lo implica en negociaciones con el propietario de un periódico para obtener una mejor cobertura a cambio de los límites a un diario rival.
La protesta del sábado fue impulsada por un proyecto de ley que se espera sea ratificado por el parlamento la próxima semana, lo que impediría a la policía publicar sus hallazgos de las dos investigaciones sobre Netanyahu.
Un cámara de Reuters y medios israelíes estiman que el número de manifestantes ascendió a unos 20.000. La policía no proporcionó una estimación oficial.
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Los críticos han declarado que el proyecto de ley es un intento descarado de proteger a Netanyahu y mantener a la población ajena a la investigación. Los partidarios de la legislación han declarado que el proyecto de ley está destinado a proteger los derechos de los sospechosos.
Netanyahu ha declarado que no tiene ningún interés en promover la legislación, pero no ha ordenado a sus dos patrocinadores, íntimos confidentes de su partido Likud, que retiren el proyecto de ley.
Netanyahu se ha descrito a sí mismo como víctima de una cacería de brujas política y sobre los casos en su contra ha declarado: "No van a encontrar nada porque no hay nada".
De ser acusado, tendría dos opciones, renunciar a su cargo o convocar elecciones y así verificar si todavía tiene el apoyo de la población.