El episodio de bloqueo diplomático entre Marruecos y Sudáfrica parece estarse enfriando, y las relaciones entre los dos países se reanudarán tras décadas de tensión.
Así, una semana después de la reunión sostenida entre el rey de Marruecos Mohammed VI y el presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, en la capital de Costa de Marfil, Abiyán, en el marco de la quinta Cumbre Unión Africana - Unión Europea, Zuma, en una entrevista publicada el domingo 3 de diciembre de 2017, confirmó la ausencia de conflictos entre su país y Marruecos y afirmó que deben imperar unas relaciones cordiales entre los dos países.
Así, Zuma afirmó en su entrevista con el diario City Press: "Marruecos es un país africano y necesitamos mantener relaciones con él (...) Además nosotros no teníamos el menor problema con él, más bien es él el que comenzó a romper las relaciones diplomáticas."
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El resultado de la reciente reunión entre Mohamed VI y Zuma está poniendo fin a más de una década de distanciamiento entre los dos países. Ambas partes, tanto desde Rabat como desde Pretoria, han acordado mejorar el marco de la representación diplomática entre ellas mediante la designación de embajadores de alto nivel, así como mantener un contacto directo y una cooperación estrecha en los ámbitos económico y político con el fin de construir unas relaciones fuertes, duraderas y estables.
Esta se considera la primera reunión oficial entre el rey Mohammed VI y un presidente sudafricano desde 2001. En aquel año, el presidente Nelson Mandela se personó en Marrakech para participar en una conferencia internacional.
Marruecos llamó a consultas a su embajador en Sudáfrica en 2004 después de que su ex presidente Thabo Mbeki reconociera a la región del Sahara Occidental, que según Marruecos es parte de su territorio, la categoría de estado.
Y este es el origen de la tensión entre los dos países, que se remonta a 1971. Entonces, Sudáfrica se comprometió a otorgar al Frente Polisario, que pide un referéndum en el Sáhara Occidental sobre el derecho a la autodeterminación, su apoyo permanente. Pero por el otro lado Rabat considera el Sáhara Occidental parte integral del territorio del Reino de Marruecos, ofreciendo a esta vasta región una amplia autonomía, pero bajo su soberanía.
Esta nueva etapa de normalización de las relaciones entre Marruecos y Sudáfrica supone un cambio en la estrategia en las relaciones entre los países de la Unión Africana, y se espera que conlleve gran cantidad de repercusiones positivas para el continente en muchas cuestiones, especialmente la económica.
Sudáfrica, después de Argelia, es considerado el principal defensor y valedor del Frente Polisario.
En los últimos años, Marruecos se ha esforzado por conseguir avances sin precedentes en sus relaciones con los países que apoyan al Frente, de Nigeria, Ruanda y Etiopía, a Sudáfrica en la actualidad.
Sin embargo, según la agencia de noticias Reuters, no se espera que los miembros del Partido del Congreso Nacional Africano (CNA) de Zuma acojan con beneplácito la decisión de reanudar las relaciones diplomáticas con Marruecos.
Este partido ha apoyado durante mucho tiempo al Frente Polisario exigiendo la independencia del Sáhara Occidental y acusa a Marruecos de ocupar ilegalmente el territorio.
El partido gobernante ha afirmado en declaraciones previas que "apoya inequívocamente al Sáhara Occidental, pero eso no significa que albergue hostilidad hacia Marruecos”.
"No hay ninguna política ni intención en el partido en el sentido de que Sudáfrica tenga que aislar a Marruecos", afirma el comunicado.