El cortometraje narra la desgarradora historia de la pérdida de una madre. Publicado en internet, para coincidir con el Día Internacional de los Derechos Humanos, el corto de Farah Nabulsi lleva el dolor y el sufrimiento de los palestinos en la Cisjordania ocupada hasta el hogar de todos los espectadores.
La historia empieza con Khalid, “el héroe”, que va en bicicleta por las estrechas calles de una ciudad sin nombre, mientras que la voz de su padre narra su aventura de fondo. Con reminiscencias de muchos videos caseros de todo el mundo, cualquier sentido de familiaridad se desvanece rápidamente cuando el corto muestra imágenes de demoliciones de casas, hombres con uniformes alrededor de una figura desconocida, o la agonía de un anciano con barba que se sienta entre los escombros de su hogar.
La yuxtaposición de las imágenes con estilo de vídeo casero, tartas de cumpleaños, partidos de fútbol improvisados con escenas crudas y angustiosas del arresto de Khalid es una constante durante todo el cortometraje. Narrado por su madre, de ojos oscuros llenos de angustia, quien se pregunta cómo “ellos, que se han llevado todo lo demás”, pudieron llevarse a su hijo, mientras vaga en vano por las calles hasta el lugar en el que se llevaron a Khalid.
Aun así, estas escenas son, a su vez, demasiado reconocibles. De hecho, “Today They Took My Son” narra una situación que se ha convertido en la realidad diaria de muchos palestinos de Cisjordania. Como señala el film; “cada 12 horas se detiene, se interroga, se procesa o se encarcela a un menor palestino”, según un informe de UNICEF de 2013. Otras fuentes han confirmado estas cifras. La ONG israelí B’Tselem estima que en agosto de 2017 “331 menores palestinos estaban retenidos en prisiones israelíes”.
En palabras de la madre de Khalid: “Sé que la tierra seguirá girando pese a mi dolor, ignorando todo lo que ha cambiado mi mundo”, poniendo de relieve así que tales relatos de sufrimiento suelen caer en oídos sordos para la comunidad internacional.
Para Farah Nabulsi, palestina que vive en diáspora en Londres, “Today They Took My Son” es un medio que permitir a otros ver y sentir lo que experimentan diariamente los palestinos de los Territorios Ocupados.
Nabulsi explica que, aunque “siempre pensó que entendía las injusticias que sufría su pueblo”, no fue hasta que visitó los territorios y fue testigo del trato a los niños cuando empezó a preguntarse “¿y si fuera mi hijo?” Como madre de cinco hijos, Nabulsi dijo en una entrevista con el Instituto para la Comprensión de Oriente Medio que
No hay nada más insoportable en esta vida que no ser capaz de ayudar a tu hijo
“Son personas a las que se les arrebató sus tierras, sus hogares, su dignidad, su libertad. Pero, ¿ es necesario también quitarles a sus hijos?”
“Somos testigos de un proceso sistemático de ruptura de una sociedad mediante sus niños”.
Con la firme convicción de que “las artes son una parte crucial del cambio en el mundo”, Nabulsi espera que documentando el sufrimiento de los palestinos mediante formas artísticas accesibles, se pueda generar conciencia y empatía. Al “dar voz a los silenciados”, lo que una vez el difunto Edward Said determinó como “permiso para narrar”, Nabulsi pretende “rehumanizar” la situación palestina y proporcionar otra narrativa contraria a lo que han definido las grandes potencias que quieren ignorar la situación palestina.
“Today They Took My Son” desafía a todos los espectadores, independientemente de su origen situación familiar o afiliación política, a presenciar el dolor de una madre y a no emocionarse. Con su frase final, “¿Cuándo volverá? ¿Volverá? ¿Qué le decimos sobre el mundo si vuelve?”, se nos pide que considerar nuestro silencio.