La Cruz Roja declaró el lunes que Israel tiene el deber de garantizar la seguridad y dignidad de las familias palestinas que visitan a los prisioneros, después de que un legislador de derecha fuera filmado gritando insultos a bordo de un autobús que llevaba familiares a una visita en una cárcel israelí.
El legislador, Oren Hazan, abordó el autobús en la frontera de Gaza con los equipos de video. Publicó en Twitter que les dijo a los familiares que los prisioneros eran "terroristas que pertenecen a la tierra". En un video colgado en las redes sociales, aparecía gritándole a la madre de un preso que su hijo era un "insecto" y un "perro".
"¿Un insecto?", le gritó la mujer. "Mi hijo es el mejor de los hombres. Un perro es quien lo llama un perro ".
Hazan tiene un récord de videos colgados en las redes sociales en los que aparece dando la nota, entre ellos la suspensión de una ceremonia de bienvenida para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Una vez acordó organizar una pelea a puñetazos en la frontera con un miembro del parlamento de Jordania, solo para que fuera cancelada por orden del primer ministro, Benjamin Netanyahu.
Las familias que viajaban en el autobús iban camino a la prisión de Nafha, al sur de Israel, desde la Franja de Gaza en un convoy escoltado por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). En una declaración, el CICR ha declarado que "toma muy en serio lo que sucedió ayer".
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"Las familias tienen derecho a visitar a sus seres queridos de manera digna", declaró Suhair Zakkout, portavoz de Gaza para el CICR, en el comunicado, y agregó: "Es responsabilidad de las autoridades competentes garantizar que las visitas se realicen de forma segura y sin interferencias".
Hazan, miembro del partido Likud de Netanyahu, declaró que su intención ante tales hechos era promover una legislación que cancelara dichas visitas familiares hasta que los prisioneros israelíes en Gaza y los restos de las tropas israelíes fueran devueltos.
Hamás, el grupo dominante en la Franja de Gaza, reconoció haber detenido a tres civiles israelíes que cruzaron al enclave. Además, Israel busca el regreso de los restos de dos soldados que, según dicen, fueron asesinados en Gaza en 2014.
Hamás ha exigido la liberación de sus miembros que fueron nuevamente arrestados y encarcelados por Israel en 2014 por presuntos delitos de seguridad tras haber sido liberados en un intercambio en 2011 por un soldado israelí capturado.
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El Servicio de Prisiones de Israel no quiso hacer ningún comentario sobre el incidente.
La prisión de máxima seguridad de Nafha, en el desierto al sur de Israel, se usa principalmente para detener a palestinos condenados por delitos de seguridad contra Israel. El convoy completó su viaje a la instalación.
Qadoura Fares, presidente del Club de Prisioneros Palestinos que defiende a aquellos palestinos en poder de Israel, calificó a Hazan de "fanático", y añadió que el gobierno de Israel "tiene la responsabilidad de esta acción brutal".
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