Diversos grupos rebeldes sirios rechazaron el lunes la conferencia de Sochi sobre Siria auspiciada por Rusia, diciendo que Moscú busca truncar el proceso de paz de Ginebra patrocinado por las Naciones Unidas y culpan a Rusia de cometer crímenes de guerra en el país, que se encuentra devastado tras seis años de combates.
En una declaración publicada por Reuters, alrededor de 40 grupos rebeldes entre los que se incluyen algunas de las facciones militares que participaron en anteriores rondas de conversaciones de paz en Ginebra, dijeron que Moscú no había ejercido presión sobre el gobierno sirio para llegar a un acuerdo político.
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"Rusia no ha dado un solo paso para aliviar el sufrimiento de los sirios y no ha presionado al régimen que afirma que es un garante para avanzar en cualquier camino real hacia una solución", dice el comunicado de los rebeldes, y agrega:
“Rusia es un país agresor que ha cometido crímenes de guerra contra los sirios (...) Se mantuvo militarmente con el régimen y defendió su política y durante siete años impidió la condena de la ONU del régimen de Assad”
Rusia, que se ha convertido en el actor dominante en Siria después de una importante intervención militar hace más de dos años, recibió el respaldo de Turquía e Irán para celebrar un congreso de diálogo nacional sirio en la ciudad rusa de Sochi del 29 al 30 de enero.
Moscú dice que únicamente ataca a los milicianos, pero los rebeldes y residentes dicen que los ataques aéreos rusos llevados a cabo desde hace más de dos años tras una gran campaña aérea han causado cientos de bajas civiles en bombardeos indiscriminados sobre áreas civiles fuera de la línea del frente.
Algunos rebeldes dijeron que aún no habían tomado una decisión.
El enviado de la ONU en Siria, Staffan de Mistura, dijo que el plan de Rusia para convocar el congreso debería evaluarse por su capacidad de contribuir y apoyar las conversaciones de Ginebra dirigidas por la ONU para poner fin a la guerra en Siria.