Israel dará 90 días a miles de solicitantes de asilo africanos para que se vayan o tendrán que enfrentarse a una pena de cárcel, informó el jueves Haaretz.
El periódico declaró que la Autoridad de Población, Inmigración y Fronteras del Ministerio del Interior comenzó a prepararse para deportar a los solicitantes de asilo por orden del primer ministro Benjamin Netanyahu, el ministro del Interior Aryeh Deri y el ministro de Seguridad Pública Gilad Erdan.
"La votación del gabinete sobre la campaña de deportación se pospuso debido a una disputa presupuestaria entre la Tesorería del Estado y el Ministerio de Seguridad Pública", declaró.
Actualmente se dice que hay 27.000 solicitantes de asilo de Eritrea, 7.500 de Sudán y 2.500 de varios países africanos, así como 5.000 niños nacidos en Israel de solicitantes de asilo.
"El Ministerio del Interior estima que el coste total de su operación de deportación será aproximadamente de 300 millones de shekels (86 millones de dólares) al año. Esto incluye los salarios de los empleados del Ministerio del Interior, los vuelos de deportación y el dinero entregado a quienes se van. Por ahora, cada solicitante de asilo que deja el país recibirá 3.500 dólares, pero esta cantidad se reducirá en el futuro", agregó el periódico.
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