El ejército sirio y sus aliados presionaron el domingo con fiereza el bastión rebelde restante más grande del país, tomando una ciudad y varias aldeas cuando se aproximaban a un aeropuerto militar, tal y como informaron por separado una unidad de medios próximos a Damasco y un observador de guerra.
Las fuerzas leales a Bashar al-Assad han intensificado durante los últimos días su ofensiva al sur en la provincia de Idlib, avanzando hacia el aeropuerto de Abu al-Duhur, que los rebeldes habían capturado a las tropas del presidente en septiembre de 2015.
El ejército sirio y sus aliados "han tomado el control de la ciudad de Sinjar", a 14 kilómetros de Abu al-Duhur y a tres aldeas al oeste, según informó la unidad de medios dirigida por Hezbollah.
Apoyadas por las milicias respaldadas por Irán y por el poder aéreo ruso, las fuerzas de Assad desde han recuperado octubre pasado el territorio controlado por los rebeldes en Idlib y la provincia nororiental de Hama.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo el domingo que el ejército había tomado más de 95 aldeas en Hama e Idlib desde el 22 de octubre, incluyendo alrededor de 60 en Idlib solo durante los últimos 14 días:
Las batallas se han desplazado ahora hacia el noroeste de Sinjar después de que el ejército sirio y sus aliados hayan controlado la ciudad
La principal fuerza rebelde en Idlib es Tahrir al-Sham, encabezada por el antiguo afiliado de al-Qaeda en Siria, anteriormente denominado Frente al-Nusra.
El ejército sirio perdió Idlib, que limita con Turquía, contra los insurgentes cuando la capital provincial cayó en 2015. Se convirtió en la única provincia en estar completamente bajo control de la oposición.
La mayor parte de la población se encuentra en la parte oriental de Idlib, según dijo el observador, expresando su temor a que se produzca durante los próximos días un masivo desplazamiento civil debido a los combates.
Decenas de miles de rebeldes y civiles se refugiaron en Idlib después de abandonar sus hogares en otras partes del oeste de Siria que fueron retomadas por el Gobierno y sus aliados extranjeros.
Los combates y los ataques aéreos han obligado desde el 1 de noviembre a más de 60,000 personas a abandonar sus hogares, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU.
Naciones Unidas han afirmado que los civiles recientemente desplazados por los combates en Idlib se encontraban en una situación "calamitosa".
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