El Departamento de Energía pronosticó el martes que la producción de petróleo en Estados Unidos podría superar a finales de 2019 a la de Arabia Saudí y de Rusia, según informó Anadolu.
El pronóstico indica que la producción de EEUU rondará en 2019 los 10.8 millones de barriles diarios y que alcanzará más de 11 millones de barriles al día en noviembre del próximo año. Si la predicción es precisa, Estados Unidos se convertiría en el principal productor de petróleo del mundo superando así a Arabia Saudí y Rusia por primera vez desde 1975.
La Administración de Información de Energía (EIA) del Departamento de Energía de EEUU dijo que la producción de EEUU se situará este año en 10,3 millones de barriles diarios, siendo estos los niveles de producción más altos del país. Rusia produjo en 2017 una media de casi 11 millones de barriles al día, mientras que Arabia Saudí produjo alrededor de 10 millones de barriles. Sin embargo, ambos países acordaron reducir la producción para subir los precios.
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La mayor parte del crecimiento de la producción, según señaló la EIA, será en la Cuenca del Pérmico. Esta área, que se extiende entre los estados de Texas y Nuevo México, es el yacimiento petrolífero más grande de EEUU.
"Con la producción de EEUU, particularmente en la Cuenca del Pérmico, y los nuevos proyectos de arenas petrolíferas en Canadá, se prevé que la producción no perteneciente a la OPEP seguirá creciendo hasta finales de 2019", dijo en un comunicado el administrador interino de la EIA, John Conti. "Esperamos ver un crecimiento cercano a los 2.0 millones de barriles diarios en 2018 y de 1.3 millones de barriles al día en 2019".
La EIA pronosticó en su informe que los precios del petróleo en EEUU rondarán los 54.01 dólares por barril en el primer trimestre de 2018, un aumento de las anteriores predicciones que los situaban en 51.79 dólares. Para el cuarto trimestre, se espera que el precio medio por barril llegará a los 57.31 dólares, por encima del último pronóstico de la EIA de 54.95 dólares.
Los precios del petróleo en Estados Unidos subieron el martes, incrementándose 1,44 dólares hasta alcanzar los 63,17 dólares por barril, en lo que supone el precio más alto alcanzado por el crudo estadounidense desde 2014.
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