Ayer, en un discurso ante el Comité Central en Ramala, Abu Mazen esbozó su total rechazo hacia la reciente retórica de Donald Trump y abordó el tema de la reconciliación nacional palestina. También habló de mantener la coordinación y cooperación de seguridad con Israel, bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, es importante mencionar que el discurso del presidente Abbas incluyó, quizá, por primera vez, la advertencia de que algunos palestinos pretenden apoyar los proyectos de Trump.
Se hicieron dos referencias importantes a estos acontecimientos en el discurso de Abu Mazen. La primera fue a un intento de un ministro árabe de hundir la moral palestina. Según el ministro árabe: las protestas populares son débiles y no cambiarán nada.
En la segunda, Abu Mazen dijo que un oficial árabe le ofreció cantidades desorbitadas de dinero para comprar su posición y empujarle a aceptar y comprometerse con la política de Trump-Likud. Abu Mazen no reveló la identidad de este oficial que ofrece miles de millones de dólares para rendir Jerusalén ante Trump, pero hay informes israelíes, occidentales y árabes que afirman que es el mismo oficial que se gastó miles de millones de dólares en acabar con sus aspiraciones de nacionalidad, libertad y justicia social. También creen que este oficial se gastó miles de millones en sus yates y sus cuadros, sin lograr ninguno de sus objetivos.
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Abu Mazen no habló de otras formas de chantaje a las que puede haber sido sujeto con el fin de que adoptara posturas favorables a Trump y Netanyahu. Puede que este sospechoso rol árabe resurja de nuevo y que se usen otros métodos de coacción, como el detenerle y retenerle como rehén, o pedir su dimisión. Parece que el problema palestino es diferente al libanés, al qatarí o a cualquier otro.
Parece probable que el sospechoso rol árabe pretenda convencer a Abu Mazen para que tome una de las siguientes decisiones:
Primero, responder al plan de Trump de hacer de Abu Dis o Ramala la alternativa a Jerusalén como la capital del Estado palestino. También pretende dejar de lado el derecho de los refugiados palestinos a regresar, así como robar más territorio en Cisjordania, sobre todo el que rodee grandes bloques de asentamientos, como Ma’ale Adumim, Gush Etzion, Ariel y demás.
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En segundo lugar estaría obligar a Abu Mazen a invertir la ecuación, es decir, animar a los árabes a normalizar la relación y a los palestinos a negociar basándose en esta visión. Mientras tanto, los árabes les respaldarían con sus voces y su determinación, confiando en su predicción de que el proceso de negociación continuará hasta nuevo aviso. Esto permitirá que el sospechoso rol árabe supere el obstáculo del problema palestino y avance hacia la normalización.
Por lo tanto, el discurso de Abu Mazen ante el Consejo Central supuso otro importante testimonio histórico que puede añadirse a la serie de testimonios, declaraciones e informes acumulados, sobre todo desde que empezó la presidencia de Trump. Estos testimonios revelan, exponen e incluso condenan la imprudente postura árabe que apoya la normalización a cualquier precio, en el contexto del llamado "acuerdo del siglo". Este acuerdo garantiza el atraso y la dictadura de los árabes y la soberanía y el dominio de Israel. Parece que, a pesar de la debilidad y la división entre manifestantes rebeldes y pacíficos, el pueblo palestino aún supone un gran obstáculo para este plan. Es la fuerza de los débiles frente al poder de los arrogantes, la fuerza de David frente al arrogante Goliat.
Este artículo se publicó originalmente en árabe en Arabi21 el 14 de enero de 2018.