El partido tunecino Al-Irada ("La Voluntad"), ha expresado su condena a lo que califica como una "campaña de detenciones" que han tenido lugar en los últimos días y de la que han sido víctimas varios blogueros, activistas sociales y jóvenes que participaban en protestas pacíficas en varias provincias de Túnez.
Así, el partido, que está dirigido por el ex presidente Moncef Marzouki, ha aclarado en un comunicado publicado hoy que estas detenciones han afectado a gran número de blogueros en las ciudades de Hamma, Qurba, Takelsa, Sind, Sidi Bouzid, Goubellat, Túnez capital, y otras.
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El comunicado denuncia también que "estas detenciones coinciden con una incitación por parte del jefe de gobierno, de gran número de sus miembros y de los líderes políticos de la coalición gobernante y de plataformas de medios leales a su campaña, contra la oposición y contra los movimientos sociales". Y añade que esta campaña de incitación incluye a periodistas extranjeros con la amenaza de reanudar las formas propagandísticas oficiales de la época de la tiranía.
En el comunicado, firmado por el secretario general del partido, Imad Aldaama, se señala también que estos eventos indican la "confusión del sistema de gobierno y su intención de encadenar los acontecimientos para socavar la libertad de manifestación, la libertad de expresión y el derecho de ejercer oposición. También intenta descalificar a los movimientos sociales e intenta sabotear la investigación de su responsabilidad en la falta de búsqueda de soluciones para sacar al país de la profunda crisis económica y social".
El partido “La Voluntad” también ha exigido que se abra una investigación seria sobre el incendio de la sede local del Frente Popular en la localidad de Al Uruusa, provincia de Siliaana, de forma que sus autores sean rápidamente descubiertos y llevados ante la justicia, en vez de continuar con la persecución de activistas políticos, blogueros y activistas de los movimientos sociales.
Este partido también descarga sobre el sistema de gobierno la responsabilidad de detener los abusos y de proteger la libertad de manifestación y el sistema de seguridad, y llama a todos los componentes del espectro político y social “a hacer frente a las desviaciones graves que puedan poner en peligro este proceso democrático”.
Túnez ha sido testigo desde el comienzo de este año de un aumento en la intensidad de las protestas sociales, que han estado acompañadas en ocasiones por saqueos y la quema de algunas sedes de instituciones públicas y privadas. Estas movilizaciones llegan en protesta contra unos nuevos presupuestos que han provocado un aumento de los precios de los bienes de consumo de primera necesidad.
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