Ataques aéreos rusos en la provincia siria de Idlib, al noroeste de Siria, mataron al menos a 33 personas, incluida una mujer embarazada y su hijo nonato , según Reuters.
La mayoría de los muertos se encontraban en Saraqib, una ciudad en una carretera principal que conecta con la ciudad de Alepo, controlada por el gobierno, y a 20 kilómetros al noroeste de la Base Aérea Militar Abu Al-Duhur, que las fuerzas gubernamentales y las milicias aliadas capturaron a los insurgentes.
Mustafa al-Haj Youssef, jefe de la defensa civil de Idlib conocida como Cascos Blancos, ha declarado que más de 35 personas resultaron heridas en los ataques aéreos, uno de los cuales impactó contra un mercado de verduras a las seis de la mañana de ayer, al norte de Saraqib.
"Inmediatamente después del [primer ataque], el hospital donde se transfirieron los heridos fue atacado, hiriendo al personal médico. El hospital quedó completamente fuera de servicio", declaró a los periodistas por teléfono.
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En un video publicado por los Cascos Blancos que muestra los daños causados por los ataques de ayer, se puede ver a los médicos sacando a personas de entre los escombros de los edificios destruidos y trasladando a los heridos al hospital.
مجازر مروعة بحق المدنيين نتيجة عشرات الغارات على مدينة #سراقب#الدفاع_المدني_السوري #ادلب
2018/1/28 مhttps://t.co/PsH2IMXZNH pic.twitter.com/BPQ8Opm9Ac— الدفاع المدني السوري (@SyriaCivilDefe) January 28, 2018
Idlib y sus áreas circundantes han estado bajo el control de grupos de la oposición desde 2015, formando un bastión estratégico para numerosas facciones. A pesar de ser una zona de pacificación designada según el acuerdo de Astaná entre Rusia, Irán y Turquía, la región se enfrenta a bombardeos constantes y ha estado sometida a ataques constantes por parte de las fuerzas del régimen en los últimos meses.
A principios de este mes, el Asesor Especial de la ONU para la Prevención del Genocidio y Asesor Especial de las Naciones Unidas sobre la Responsabilidad de Proteger, expresó su preocupación por la situación de Idlib y pidió que se respete su estatus de pacificación.
Estimaron que los combates intensificados en el sur de Idlib y Hama, zona rural del norte, entre las fuerzas del régimen y los grupos de oposición, han causado el desplazamiento adicional de más de 200.000 personas, muchas de las cuales, han huido al norte del país desde otras regiones de Siria.
Numerosas ONG, incluida Amnistía Internacional, han informado los ataques constantes contra de hospitales por parte de Rusia y el régimen sirio, lo que equivale a crímenes de guerra.
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