El Ejército Nacional de Somalia ha demolido refugios para personas sin hogar en la capital, Mogadiscio, informó ayer Garowe Online.
Entre el 29 de diciembre y el 19 de enero, las fuerzas militares y policiales de Somalia destruyeron 3.000 refugios utilizando excavadoras y maquinaria pesada. Los desplazados internos de Somalia no recibieron la notificación adecuada y actualmente se encuentran sin servicios básicos.
"El gobierno somalí debe asumir la responsabilidad de los desalojos forzosos masivos de estas comunidades vulnerables y marginadas en Mogadiscio", declaró Laetitia Bader, investigadora principal de África en Human Rights Watch.
"Una investigación exhaustiva debería ir seguida de medidas concretas para garantizar que todos los desalojos sean legales y que se provea a todos los desplazados".
El gobierno somalí tiene un récord en dejar forzadamente a los desplazados internos sin ningún tipo de garantía vital.
"Si las autoridades locales y federales necesitan trasladar a las personas desplazadas, primero deben consultar con estas comunidades y establecer un plan que garantice la seguridad de las personas y así puedan tener acceso a asistencia básica", continuó Bader.
La semana pasada, el secretario de desarrollo internacional de Reino Unido se comprometió a proporcionar 29 millones de dólares en asistencia humanitaria a Somalia.
Somalia sufre un problema humanitario cada vez más grave con más de dos millones de desplazados internos a causa de la sequía, en mitad de un conflicto que ya dura más de una década.
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