La ganadora del Premio Nobel de la Paz, la yemení Tawakkol Karman, ha sido suspendida del partido Islah aliado del presidente Abd-Rabbu Mansour al-Hadi, después de que ella acusara a la coalición encabezada por Arabia Saudí, que lo respalda en la guerra civil del país, de actuar como ocupantes.
Karman ganó el Premio Nobel de la Paz en 2011 por su papel en las protestas de la Primavera Árabe que derrocaron al autoritario presidente Ali Abdullah. Más recientemente, ha intensificado las críticas públicas contra Arabia Saudí y contra Emiratos Árabes Unidos, acusándolos de respaldar una campaña para dividir a Yemen al apoyar a los separatistas del sur contra el gobierno internacionalmente reconocido.
Karman declaró en la Cumbre Económica de Warwick en Londres durante el fin de semana, que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos actuaron con imprudencia cuando intervinieron en Yemen en 2015, después de que las fuerzas hutíes alineadas con Irán llevaran a al-Hadi al exilio.
En un mensaje anterior de Twitter, ella escribió: "Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos aprovecharon el golpe de la milicia hutí en Saná para lanzar una ocupación inapropiada y una influencia más inapropiada en Yemen".
El partido Islah, considerado una rama de los Hermanos Musulmanes, considerada por Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos organización terrorista, trató de distanciarse de Karman y ordenar la suspensión de sus filas.
"Las declaraciones de Tawakkol Karman no representan al partido Islah y sus políticas, y no están en línea con las posiciones del partido", declaró un comunicado publicado en la página web de Islah.
"Por lo tanto, el secretario general ha decidido congelar de acuerdo con el estado del partido".
Karman, que abandonó Yemen después de que los hutíes tomaran la capital en una serie de avances militares que comenzaron a finales de 2014, respondió en su cuenta de Twitter describiendo a los líderes de Islah como "prisioneros y esclavos" de Riad y Abu Dhabi.
Las tensiones entre Islah y los separatistas del sur han ido en aumento desde que los países árabes, incluida Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, anunciaron un boicot a Qatar en junio del año pasado por las denuncias de que desde Doha se respalda a diferentes milicias. Qatar ha negado los cargos desde el primer momento.
Islah, ansioso por aliviar las preocupaciones de los estados del Golfo Pérsico sobre sus tendencias políticas, ha buscado distanciarse de los Hermano Musulmanes.
Los Hermanos Musulmanes niegan las acusaciones de los gobiernos árabes conservadores de financiar a grupos terroristas, y han declarado que solamente buscan la democracia por medios pacíficos.