Entre los vítores de los locales omaníes, el ciclista británico Jonathan Shubert llegó en bici a la ciudad sureña de Salalah poco después de las 4 de la madrugada (00:00 GMT), tras dos días en los que pedaleó a lo largo de 1.300 kilómetros por todo el país, batiendo el récord mundial al recorrer esta distancia en seis días.
El campeón británico de ciclismo, que actualmente trabaja como profesor de ciencias en una escuela británica en Omán, partió de la capital, Mascate, al norte, la mañana del sábado, y recorrió el país hasta la ciudad de Salalah intentando batir el record mundial de recorrer Omán en bici en menos de 48 horas.
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El campeón británico de bicicleta, Johan Shubert. [ubCool]
“Sigo las noticias de cerca, y me entristece ver lo que sucede en Yemen, en Siria y en Irak. Quería hacer algo”, contó Shubert a MEMO antes de su viaje.
“Pensé: ¿por qué no usar este extraño talento que tengo para recorrer largas distancias en bici para intentar a ayudar a esta gente?” En el momento de llegar a Salalah, Shubert ya había recaudado cerca de 3.000 libras para la ONG, superando las restricciones para la recaudación de fondos en Omán, que requieren un permiso del gobierno o una afiliación a una ONG local.
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Shubert dice que el ciclismo corría por sus venas incluso antes de nacer. “Mi familia tiene un legado”, cuenta. “Mi abuelo fue campeón de ciclismo en los años 30.” Sin embargo, al criarse en diferentes países con padres expatriados, no fue hasta los 14 años cuando empezó a dedicarse al ciclismo.
“Cuando, con 12 años, vivía en lugares como Turquía, no era posible montar en bici; las carreteras no eran buenas”, continúa. “Pero cuando volví a Reino Unido, me enamoré de mi bici.”
“Supongo que, desde entonces, no he podido dejar mi bicicleta”, añade. Entre marzo de 2013 y marzo de 2014, Shubert embarcó en una circunnavegación global de 30.000 kilómetros en bicicleta junto a su amigo y compañero ciclista, Imran Mughal, en la que atravesó 29 países y tres continentes. “Teníamos el sueño de recorrer Eurasia desde Francia a Singapur sin utilizar ningún otro medio de transporte.”
“Aprendí muchas lecciones de vida viajando por el mundo,” dice Shubert. “Creo que restauró mi fe en la naturaleza humana.”
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Jonathan Shubert ha batido el record del mundo al recorrer los 1.300 kilómetros en Omán.
Para Shubert, la bicicleta es la forma más bonita de ver el mundo, porque expone tu vulnerabilidad. “Por mucho que a la gente le asuste, creo que es lo mejor, porque así experimentas la hospitalidad y la amabilidad humana en todo su esplendor”, continúa.
Antes de completar su viaje por el mundo, Shubert había sido ciclista amateur en Reino Unido y estaba en el top 5 de los campeonatos nacionales de contrarreloj. Sólo tres semanas después de su regreso ganó el campeonato de 24 horas de ciclismo en 2014, el mismo campeonato que ganó su abuelo.
“Nunca me había sentido tan orgulloso”, cuenta Shubert a MEMO. En la línea de meta le esperaba su padre, lo que lo hizo aún más especial. “Fue mágico compartir ese momento con él, y era una buena manera de encapsular el año que me había pasado pedaleando por todo el mundo.”
Shubert no es ajeno a Oriente Medio. Cuando hubo una vacante para el puesto de profesor en Omán hace tres años, se apresuró a pedirla.
“Omán es uno de los países más seguros del mundo”, cuenta Shubert. “Es un sitio encantador, y su gente es muy amable.”
“También me da la oportunidad de montar en bici con buen tiempo durante todo el año, y en vacaciones de verano vuelvo a Reino Unido y monto allí.”
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El campeón británico de bicicleta, Johan Shubert. [ubCool]
“Por desgracia, parece que la situación en Yemen es un callejón sin salida. Espero que estas guerras de poder que se dan entre Irán y Arabia Saudí no se extiendan de nuevo a lugares como Líbano.”
Las percepciones de Occidente sobre Oriente Medio y sobre los musulmanes no son raras entre los expatriados británicos en la escuela en la que Shubert trabaja. “Es interesante ver desde fuera cómo Occidente – o, al menos, muchos de los ignorantes que hay allí – ven Oriente Medio.”
“La humanidad es algo maravilloso”, dice Shubert, “y animo a todo el mundo a salir y verla y experimentarla con sus propios ojos, porque el mundo no es el lugar aterrador que nos enseñan en los medios.”