Las fuerzas regulares sirias sufrieron el martes diversos bombardeos de artillería tras su llegada a la ciudad de Afrín, situada al oeste de Siria.
De acuerdo al diario Rusia Hoy, los ataques se produjeron desde la zona de la ciudad de Izaz, dominada por las el ejército turco y sus aliados de la oposición armada siria.
La agencia de noticias siria Sana ha informado por su parte de que las fuerzas turcas que están llevando a cabo estos días la operación “Rama de Olivo” contra las milicias kurdas, consideradas terroristas por Ankara, han bombardeado también otras zonas cercanas donde están apostadas fuerzas del Ejército Árabe Sirio, que han entrado en la ciudad para protegerla.
En este mismo contexto, un contingente de unidades especiales turcas partieron el martes de la ciudad de Izmir, al oeste del país, en dirección a Afrín para participar en la operación “Rama de Olivo”.
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La agencia Anadolu ha mencionado también que un nutrido grupo de ciudadanos turcos despidieron en el aeropuerto de Kalkij, sito en Izmir, al contingente militar, compuesto por 1.200 efectivos y comandado por el general Burnufa, antes del despegue del avión militar que los transportará a su encuentro con las unidades militares que participan en la operación “Rama de Olivo”. Esta operación, en la que participan desde el pasado 20 de enero el ejército turco y el Ejército Libre Sirio, se ha lanzado, según sus impulsores, "contra las milicias kurdas del YPG y la organización terrorista Daesh". Los mandos militares dicen que intentarán evitar todo daño a la población civil de Afrin.
El presidente turco, Recep Tayyib Erdogán, ya había explicado anteriormente a la prensa, en un discurso ofrecido en el parlamento, que sus contactos con la parte rusa e iraní habían abortado el despliegue de las fuerzas sirias en Afrín.
Las explicaciones de Erdogán llegan tras un discurso ofrecido en el parlamento turco en el que amenazó con impedir la llegada de asistencia armamentística a las unidades kurdas que se encuentran en Afrin desde el exterior de la provincia y con impedir la posibilidad de que éstas mantengan conversaciones con otras partes presentes en la región. Ankara anunció el lunes que no se opondría a la entrada de las fuerzas sirias en Afrin siempre que el objetivo de estas fuera evacuar a los combatientes kurdos, pero amenazó con continuar con los ataques en el caso de que Damasco procediera a proteger militarmente a estas unidades kurdas.