El ejército ruso anunció el miércoles que las conversaciones para tratar de resolver pacíficamente la situación en Guta Oriental se habían derrumbado y que los rebeldes habían ignorado las repetidas peticiones de cesar la resistencia y deponer las armas, según informó Reuters.
Rusia explicó su opinión sobre la situación después de que los residentes de Guta Oriental dijeran que esperaban su "momento para morir", en medio de uno de los bombardeos más intensos de la guerra realizado por parte de las fuerzas progubernamentales que sitian el enclave de los rebeldes, cerca de Damasco.
Moscú, que rechazó los rumores de que su fuerza aérea fuera responsable de la muerte de civiles en el distrito, pidió el miércoles que el Consejo de Seguridad de la ONU se reuniera públicamente hoy para analizar la situación en Guta.
El centro de control del alto el fuego de Rusia en Siria, que está dirigido por el ejército ruso, dijo el mismo miércoles más tarde en un comunicado que las conversaciones con los rebeldes destinadas a poner fin a la violencia en la zona se habían acabado.
En el comunicado también acusó a los rebeldes de impedir que los civiles salieran de la zona de conflicto.
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"Se está generando una situación humanitaria y socioeconómica crítica en Guta", rezaba el comunicado.
"Las peticiones del centro ruso de control del alto el fuego para que los grupos rebeldes armados ilegales de Guta Oriental cesen la resistencia, depongan sus armas, y se integren en la vida civil, no han producido ningún resultado".
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