La violencia ha aumentado en Guta Oriental, a pesar del alto el fuego de la ONU acordado hace una semana. El bombardeo contra el sitiado enclave sirio representa un castigo para los civiles "simplemente inaceptable", según dijeron el domingo las Naciones Unidas.
Cerca de 600 personas murieron y más de 2.000 resultaron heridas desde el 18 de febrero en ataques aéreos y terrestres, afirmó el coordinador regional humanitario de la ONU, Panos Moumtzis. A su vez también señaló que proyectiles de mortero disparados contra la capital desde el enclave, controlado por los rebeldes, acabaron con la vida de numerosos civiles e hirieron a muchos otros.
"En lugar de un indulto muy necesario, seguimos viendo más combates, más muertes y más informes preocupantes de hambre y hospitales siendo bombardeados. Este castigo colectivo de civiles es simplemente inaceptable", dijo Moumtzis en un comunicado.
Los ataques aéreos del gobierno sirio contra el sitiado enclave de Guta Oriental y los bombardeos de la zona controlada por los rebeldes contra Damasco constituyen crímenes de guerra y deben ser enjuiciados, dijo el viernes el principal funcionario de derechos humanos de la ONU.
Zeid Ra'ad al-Hussein, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, dijo que los autores en Siria de tales crímenes deberían saber que estaban siendo identificados y que se estaban preparando expedientes para futuros enjuiciamientos, según informó Reuters.
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