Un ataque con cloro en la ciudad de Hamouriyah, en Guta Oriental, ha herido a más de 30 personas durante la noche, según fuentes locales sirias.
"Los equipos de rescate de defensa civil han logrado evacuar a 30 civiles que sufrían asfixia, en su mayoría mujeres y niños, tras el ataque con gas cloro por fuerzas del régimen sirio, en barrios pacíficos de la ciudad", declaró a MEMO Mahmoud Seraj, miembro de los Cascos Blancos. "Dos voluntarios también sufrieron asfixia mientras ayudaban a los heridos".
El lunes fue el día más sangriento en Guta, desde que se aprobó por unanimidad el cese al fuego de 30 días, en el Consejo de Seguridad de la ONU. El lunes murieron 80 personas y más de 300 resultaron heridas como consecuencia de los continuos ataques aéreos sirios en el enclave sitiado. El número de muertos civiles asciende a 780 desde ayer, ya que el aumento del asalto al distrito comenzó hace dos semanas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La noticia de un ataque químico se produce en medio de múltiples informes de que los convoyes de ayuda no han podido llegar a los civiles, a pesar de que Rusia presuntamente ha permitido la ayuda como parte del plan de cese diario al fuego de cinco horas.
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El convoy del Comité Internacional de la Cruz Roja confirmó el lunes que sus vehículos se vieron obligados a retirarse de la ciudad de Douma tras nueve horas, debido a los bombardeos. Muchos de los 14 camiones de ayuda enviados por la ONU habían sido despojados del 70% de los suministros médicos vitales por el régimen sirio, antes de que se les permitiera ingresar al área. Según Seraj, unos nueve camiones enviados como parte del convoy interagencial también se vieron obligados a salir de la provincia antes de poder descargar los suministros.En un comunicado emitido ayer, la ONU declaró que trataría de entregar ayuda nuevamente el jueves. Solo un pequeño convoy con suministros para 7.200 personas ha sido autorizado en Guta, en lo que va de año, a mediados de febrero.
El sábado, el presidente sirio, Bashar al-Assad, prometió continuar la ofensiva al este de Guta, y calificó la operación como "una continuación de la lucha contra el terrorismo". Las fuerzas gubernamentales se han apoderado de un cuarto del territorio de los grupos opositores, y solamente necesitan avanzar unos pocos kilómetros más para dividir el enclave en dos, declaró un comandante de la alianza militar que respalda a al-Assad. Tras la declaración surgieron las acusaciones de que el régimen pretende partir la provincia.
El viernes, el coordinador humanitario regional de la ONU, Panos Moumtzis, condenó los continuos ataques. Los definió como un castigo colectivo "simplemente inaceptable" para los civiles, y que el continuo bombardeo probablemente constituya crímenes de guerra.
La semana pasada, la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, calificó la propuesta rusa de un alto al fuego de cinco horas como "una broma". Condenó el continuo bombardeo, y afirmó que es una violación de la decisión de la ONU.
"Lo que debe suceder en cambio es un cese al fuego a escala nacional, votado unánimemente por Naciones Unidas, el sábado pasado", declaró Nauert a los periodistas en una conferencia de prensa. "Permitidme recordaros que quince países lo apoyaron, entre ellos Rusia".
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Estados Unidos y Reino Unido han declarado que el uso continuo comprobado de armas químicas en Siria justificaría una acción internacional. La semana pasada, Estados Unidos pidió al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que cree una nueva investigación para saber quién es el culpable de los ataques con armas químicas en Siria. Investigaciones previas han demostrado que el régimen sirio ha usado gas sarín y cloro en múltiples ocasiones.
A principios de este mes, la Red Siria de Derechos Humanos mostró que el régimen sirio del presidente Bashar Al-Assad, ha usado armas químicas 211 veces desde el comienzo del conflicto, matando a unas 1.421 personas.