El primer ministro iraquí y comandante general de las fuerzas armadas iraquíes, el Dr. Haider Al Abadi, ha anunciado la reapertura de los aeropuertos de Irbil y Suleimaniyeh a los vuelos internacionales en respuesta a la solicitud de las autoridades locales de la región del Kurdistán de que la autoridad federal retomara el control los dos aeropuertos.
El Abadi, en un discurso ofrecido durante una reunión con oficiales del Ministerio del Interior iraquí que trabajan en los aeropuertos de la región del Kurdistán de Irak, explicó que "ya se ha firmado una orden dirigida a los servicios aduaneros en respuesta a la solicitud de las autoridades locales de la región del Kurdistán para restaurar la autoridad federal en los dos aeropuertos mencionados en la misma, los de Irbil y Suleymaniyeh.
Se busca así facilitar el desplazamiento de los ciudadanos a través de estos aeropuertos y la creación de un Departamento de Seguridad y Protección especial para los aeropuertos de la región de Kurdistán coordinado por el ministerio del Interior.
"Se está completando la puesta en marcha del sistema de verificación (Albaist) en los aeropuertos de la región y las principales vías de comunicación con Bagdad, en la línea de lo que ocurre en otros puntos de comunicaciones iraquíes. Se busca así la vinculación de los pasaportes y otros documentos de ciudadanía registrados en los aeropuertos de Erbil y Suleimaniya con los datos del ministerio del Interior federal, de acuerdo con la ley", añadió Abadi
“Hay muchas cuestiones en lo referente a las aduanas que son en interés y beneficio común de la ciudadanía de la región del Kurdistán y de toda la ciudadanía iraquí."
Abadi comunicó también que "además se completará la formación de un Comité de alto nivel integrado por representantes de todas las autoridades competentes, para supervisar la gestión de los aeropuertos y puertos de la región, garantizar el cumplimiento de las leyes federales, e informar al comandante de las fuerzas armadas o autorizado".
Se debe señalar que la autoridad federal de Bagdad había cerrado los aeropuertos de Sulaymaniyah y Irbil a vuelos públicos internacionales el 29 de septiembre pasado. Esto ocurrió en base a una serie de resoluciones emitidas por el Parlamento iraquí como medida de castigo a la región por el referéndum organizado por las autoridades con el fin de que la población se pronunciara sobre la secesión de Irak, y cuyos resultados fueron anulados por el Tribunal Federal argumentando que este referéndum no respetaba la constitución federal.
La opción de la independencia triunfó en las votaciones de forma clara.
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