Arabia Saudí y el movimiento hutí de Yemen están manteniendo conversaciones secretas para tratar de poner fin a la guerra que ya dura tres años, a partir de la que ha originado la peor crisis humanitaria del mundo, declararon diplomáticos y fuentes políticas yemeníes.
La coalición liderada por Arabia Saudí está luchando para contrarrestar la influencia del enemigo de Riad en la región, los hutíes, que niegan además recibir ayuda de Teherán. Los hutíes han declarado que están luchando contra la corrupción de los políticos y los poderes del Golfo, esclavizados por Occidente.
En declaraciones a Reuters, de manera anónima, dos diplomáticos y dos funcionarios yemeníes han declarado que el portavoz hutí, Mohammed Abdul-Salam, había estado en comunicación directa con funcionarios saudíes, en Omán, con la intención de dar una solución integral al conflicto.
"Hay consultas entre hutíes y saudíes, sin un representante del gobierno internacionalmente reconocido, y está claro que hay un deseo por parte de los hutíes y de la coalición liderada por Arabia Saudí de avanzar hacia un acuerdo integral", declaró un diplomático a Reuters.
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Un funcionario de la coalición negó que Arabia Saudí estuviera negociando con los hutíes, y reafirmó el apoyo, en un comunicado a Reuters, a los esfuerzos de paz de la ONU, destinados a alcanzar una solución política. Los oficiales hutíes no han realizado un comunicado oficial.
Provenientes de la secta shií zaydi de Yemen, los hutíes tomaron la capital, Sana, y condujeron al gobierno internacionalmente reconocido del presidente Abd-Rabbu Mansour al-Hadi al exilio.
Temiendo que el avance formara parte de una toma de poder regional por parte de Teherán, Riad y otros estados árabes del Golfo, en su mayoría musulmanes sunníes, armados y apoyados por Estados Unidos y Gran Bretaña, intervinieron para restaurar su gobierno.
El acuerdo esperado comenzará con una tregua para detener la lucha en los frentes de batalla nacionales y culminará con la firma de un acuerdo de paz que aborde los intereses políticos de las partes en conflicto, agregaron las fuentes.
Miles de ataques aéreos liderados por Arabia Saudí han matado a cientos de civiles yemeníes. Además los ataques con cohetes fronterizos dirigidos por los hutíes contra Arabia Saudí han provocado cientos de víctimas. Las fuerzas de la coalición han logrado ganancias territoriales modestas, pero parecen estar lejos de recuperar la capital de los hutíes.
Sin una victoria a la vista, y mientras la guerra empuja al país hacia la hambruna, los funcionarios saudíes, incluidos el poderoso príncipe heredero y ministro de Defensa, Mohammed bin Salman, han expresado su deseo de poner fin al conflicto.
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Varios diplomáticos han declarado que las conversaciones entre las fuerzas saudíes y hutíes han durado unos dos meses y parecían tener como objetivo proporcionar un marco resolutivo favorable que coincida con la llegada de un nuevo enviado de la ONU a Yemen, el ex diplomático británico Martin Griffiths, que comenzó su mandato el domingo.
Pero no estaba claro el progreso de la situación. Las conversaciones de paz respaldadas por la ONU entre los hutíes y el gobierno yemení se celebraron por última vez en Kuwait en agosto de 2016.
Esa ronda de diálogo y dos previas en Suiza, donde no había presencia saudí, concluyeron sin éxito.
Las conversaciones actuales parecen haber eludido al gobierno de Yemen con sede en Riad, cuya restauración fue la justificación de la intervención liderada por Arabia Saudí, lo que subraya una serie de disputas yemeníes cada vez más profundas que obstaculizan el esfuerzo bélico de la coalición.
Dos funcionarios del gobierno de al-Hadi contactados por Reuters desconocen que haya habido conversaciones entre ambas fuerzas, y sus críticas a la coalición han aumentado en los últimos días, acusándola de impedir que al-Hadi y otros funcionarios radicados en Riad regresen al país.
Al-Hadi reside principalmente en Riad. Las áreas controladas por el gobierno en Yemen han sufrido varios ataques por parte de militantes de Daesh. La última vez que al-Hadi visitó Yemen fue en febrero de 2017.