Las embajadas egipcias han abierto sus puertas en todo el mundo para que los ciudadanos expatriados voten en las próximas elecciones presidenciales, según informó el viernes el periódico Al-Resalah. El proceso de votación para residentes en el extranjero tendrá una duración de tres días.
Sólo un candidato se opone al actual presidente Abdel Fattah Al-Sisi, que llegó al poder en 2013 mediante un golpe militar contra el primer presidente egipcio elegido libremente, Mohamed Morsi.
Los observadores esperan una baja participación en las elecciones debido a que los egipcios creen ampliamente que el resultado está ya decidido de antemano. Varios grupos de derechos humanos han criticado el proceso debido a las medidas antidemocráticas adoptadas por Al-Sisi contra quienes deseaban oponerse a su nuevo mandato.
Los medios de comunicación occidentales esperan que Al-Sisi gane, ya que ha tomado medidas enérgicas contra todos los competidores reales y los ha obligado a cancelar sus planes de presentarse a la presidencia.
Es significativo que el Comité Electoral Egipcio no permita que ningún observador extranjero cubra el proceso electoral. El Comité estableció una condición para las organizaciones internacionales que deseen monitorear las elecciones: sus agentes han de ser egipcios y deben registrarse en los registros electorales.
Al-Sisi ha animado a los egipcios a participar en las elecciones.