El presidente sirio, Bashar Al-Assad, visitó hace un par de días a los soldados en la provincia sitiada de Guta Oriental, en un momento en el que el número de civiles muertos por los continuos bombardeos ha superado ya los 1.400.
Publicadas en el Telegram del Presidente, las fotografías muestran a Assad sonriendo entre docenas de soldados, algunos encaramados en tanques. "En la línea de fuego en Guta Oriental...el presidente Assad con los héroes del Ejército Árabe Sirio", se podía leer al borde de una de las fotografías.
President Bashar #Assad visited the #SyrianArmy soldiers in #Eastern_Ghouta 18/03/2018 pic.twitter.com/H8qwnnJCvo
— Kevork Almassian (@KevorkAlmassian) March 18, 2018
Assad y su esposa Asma también motivaron a las tropas durante su visita a medida que el régimen continúa ganando terreno de manos de los grupos de la oposición. "Cada conductor de tanque que avanza un metro ha cambiado el mapa político del mundo", dijo Assad según informó la agencia estatal de noticias SANA.
Mientras tanto, el número de muertos civiles en el suburbio de Damasco aumentó a 1.411, aumentando el número de heridos, desde que comenzó la campaña intensiva de bombardeos hace un mes. El asalto aéreo y terrestre ha dividido las áreas controladas por la oposición en tres reductos, cada una en manos de diferentes grupos de la oposición. El régimen también ha usado armas químicas contra civiles en múltiples ocasiones, incluido el uso de cloro y napalm en un ataque contra la ciudad de Hamouriyah la semana pasada.
Un periodista en Guta dijo a MEMO que un ataque aéreo del régimen había impactado hoy contra un convoy de ayuda de la ONU en la ciudad de Douma. Las fotos de la escena muestran cajas de ayuda destruidas, con sus contenidos esparcidos, entre los escombros de los edificios circundantes.
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El Consejo de Seguridad de la ONU votó unánimemente el mes pasado a favor de un cese al fuego de 30 días en Siria, mientras los equipos de rescate en Guta dijeron que la semana de contínuos bombardeos no les había dejado el tiempo suficiente como para contar los cuerpos en el que ha sido uno de los asaltos aéreos más sangrientos de la guerra, que dura ya siete años. Sin embargo, han continuado los bombardeos.
La aliada inflexible de Siria, Rusia, ha defendido la actual campaña contra Guta, a pesar de los contínuos bombardeos que impiden que los convoyes de ayuda lleguen al área, lo que ha obligado a muchos camiones a regresar sin descargar su cargamento. El régimen ha permitido desde la semana pasada que se llevaran a cabo algunas evacuaciones en la zona septentrional de la región, y se permitió que escaparan unos 20 000 de los 400 000 civiles.
Guta Oriental es también una de las cuatro zonas de desescalada de la violencia establecidas en mayo pasado por Rusia, Irán y Turquía para detener el derramamiento de sangre de la guerra civil de Siria. Sin embargo, la región ha experimentado un bombardeo casi constante durante muchos meses, con la provisión de asistencia restringida, dejando a la población civil luchando por sobrevivir.
Los principales grupos de la oposición en el enclave, Faylaq Al-Rahman, Jaish Al-Islam y Ahrar Al-Sham, dijeron el viernes que estarían dispuestos a mantener conversaciones directas auspiciadas por la ONU, con el respaldo del régimen de Rusia, para alcanzar un alto el fuego.
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