Los médicos argelinos están expandiendo una huelga salarial mientras los docentes están reanudando otra, según dijeron ayer los representantes, presionando al presidente Abdelaziz Bouteflika y a su primer ministro en un momento en que los recursos son limitados.
Los estudiantes de medicina, así como médicos especialistas de varios hospitales, se unieron hoy a una huelga de médicos de familia que ya ha estado debilitando la atención médica en Argel y en otras ciudades importantes durante los últimos cuatro meses.
Las protestas por agravios económicos son frecuentes en el país, pero la huelga de este año es la mayor desde los disturbios de 2011 que siguieron a los levantamientos en la región como parte de la Primavera Árabe.
Las protestas se producen en un momento de incertidumbre política: Bouteflika, de 81 años, apenas ha aparecido en público desde que sufrió un derrame cerebral en 2013.
"Nuestros colegas estudiantes y nuestros colegas especialistas han decidido mostrarnos su apoyo al unirse a la huelga", dijo a Reuters Mohamed Toualeb, portavoz de los huelguistas, aunque no llegó a dar cifras concretas.
"El gobierno no puede atender nuestras demandas", dijo. "Así que estamos llamando a Bouteflika para encontrar una solución a nuestros problemas".
Los docentes planean lanzar una nueva huelga el 9 de abril, según dijo un sindicato, decepcionado porque las promesas que realizó el gobierno después de una protesta anterior no habían llevado a ninguna acción concreta.
"Iremos a una huelga de dos días por semana", dijo el sindicato de docentes en un comunicado.
Varias semanas atrás, Bouteflika desconvocó una huelga de docentes de tres meses que cerró cientos de escuelas, prometiendo encontrar una solución.
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"Las huelgas contínuas son una evidencia de que el gobierno no ha encontrado la fórmula para desactivar los conflictos sociales actuales", dijo el analista político Farid Ferrari.