¿Qué?: El Día de la Tierra Palestina (Yawm Al-Ard / يوم الأرض)
¿Cuándo?: 30 de marzo
¿Qué sucedió?
El 30 de marzo de 1976, miles de palestinos de las ciudades y pueblos de la región de Galilea, al norte de Israel, se manifestaron en contra de una orden israelí que estipulaba la confiscación de tierras pertenecientes a las comunidades nativas de la zona. Se ordenó la apropiación del equivalente a 2.000 hectáreas.
El intento de Israel de apoderarse de las tierras se consideró como parte de la política de “judaización” del territorio, a expensas de los palestinos. La inmensa mayoría (750.000) ya habían sido expulsados por Israel, y las tierras y propiedades que dejaron atrás fueron confiscadas por el gobierno israelí a través de medios de dudosa legalidad.
Para protestar contra las nuevas medidas, la población palestina declaró una huelga general.
¿Qué sucedió después?
Las fuerzas de seguridad israelíes reaccionaron desplegando al ejército, a la policía fronteriza y a unidades armadas hacia los pueblos palestinos. Se iniciaron enfrentamientos violentos que causaron seis muertos y más de cien heridos.
Los historiadores que documentaron los acontecimientos afirmaron que las fuerzas israelíes irrumpieron en los pueblos palestinos y coordinaron las operaciones contra los manifestantes de un modo que normalmente se utiliza en combate, a pesar de que los manifestantes no eran más que ciudadanos de Israel expresando su indignación frente a la opresión estatal.
Desde entonces, los sucesos se han conmemorado anualmente como el Día de la Tierra Palestina o Yawm Al-Ard. Los palestinos realizan vigilias y plantan árboles en solidaridad con los que perdieron su vida resistiendo a la agresión israelí.
La manifestación del Día de la Tierra Palestina se considera un momento crucial, ya que supuso la primera vez que los palestinos de Israel, que habían vivido bajo una ley marcial desde la fundación del Estado israelí, se movilizaban para oponerse al robo de territorios.
Los palestinos de todo el mundo celebran eventos conmemorativos, lo que reafirma la unidad entre los palestinos que se quedaron y los que fueron expulsados por Israel. Las vigilias también señalan a la continuidad de la política colonialista y la “judaización” que han seguido los sucesivos gobiernos israelíes desde la fundación del país hasta el día de hoy.