El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, canceló el martes un acuerdo con la Agencia de la ONU para los Refugiados, a partir del que se pretendía reasentar a 16.000 solicitantes de asilo africanos y el mismo número en países occidentales. El acuerdo fue cancelado solo 24 horas después de que se acordara, presuntamente por presiones internas de la coalición partidista y gubernamental.
Según Haaretz, Netanyahu anunció la cancelación al comienzo de una reunión con residentes israelíes, al sur de Tel Aviv, donde cientos de solicitantes de asilo deberían haber sido reasentados.
"He escuchado atentamente muchos comentarios sobre el acuerdo", explicó el primer ministro. "Después de volver a evaluar las ventajas y desventajas, decidí cancelar el trato".
Agregó que trató el tema con el ministro del Interior y con los profesionales del sector. "A pesar de la creciente limitación legal e internacional, seguiremos trabajando con determinación para agotar todas las posibilidades que estén a nuestra disposición para eliminar a los infiltrados", insistió.
El ministro de Educación, Naftali Bennett, entre otros, pidió que se pusiera fin al acuerdo. También describió a los solicitantes de asilo como "infiltrados" y declaró que el trato con la ONU era "malo para Israel".
"Sentaría un precedente", señaló el extremo derecho de la extrema derecha, "si se ve que Israel está otorgando la ciudadanía abiertamente a los infiltrados ilegales".
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