Los donantes internacionales han prometido que proporcionarán más de 2.000 millones de dólares para acelerar e intensificar la entrega de ayuda humanitaria urgente a millones de personas en Yemen. Esta promesa se ha hecho durante la conferencia de donantes realizada en Ginebra, que se ha celebrado bajo la presidencia conjunta de las Naciones Unidas y los estados de Suecia y Suiza.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha dicho: "La conferencia representa un gran éxito para la solidaridad internacional con el pueblo de Yemen".
Y ha añadido: "Los recursos humanos que podemos aportar son muy necesarios, aunque no es suficiente. Es fundamental llegar directamente a la población más necesitada, por lo que es esencial que se nos autorice a acceder sin restricciones a todos los lugares en Yemen, de la misma forma que necesitamos que todas las partes que participan en el conflicto respeten el derecho internacional humanitario y protejan y respeten a la población civil. Y queremos, más que todo esto, un proceso político que conduzca a una solución política del conflicto".
En esta conferencia de donantes 40 países y organizaciones han prometido financiar diversas actividades humanitarias en Yemen a lo largo del 2018. Entre ellas se cuenta el Fondo Central de Respuesta a Emergencias (CERF).
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Estos desembolsos prometidos, si se mantiene la palabra dada, serán de gran ayuda para las Naciones Unidas y su Plan de Respuesta Humanitaria para el Yemen – 2018. Este plan requiere 2.960 millones de dólares para poder garantizar la asistencia vital de urgencia de la que dependen 13 millones de personas, y llevar a cargo otras actividades.
El 27 de marzo, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos contribuyeron con 930 millones de dólares a este Plan de Respuesta Humanitaria para el Yemen - 2018, cantidad incluida en el monto prometido ayer.
Sin embargo, la financiación de este plan sigue siendo una prioridad urgente.
Suecia y Suiza organizaron también una sesión de debates durante la cumbre centrada en la forma de hacer llegar la ayuda humanitaria a Yemen, tomando como base la declaración emitida por el Consejo de Seguridad de la ONU el 15 de marzo.
El objetivo de estos debates fue identificar las medidas concretas a desarrollar para facilitar la llegada de ayuda humanitaria a las zonas que lo necesitan, ello de acuerdo a los principios de la acción humanitaria y respetando el derecho internacional humanitario.
Isabelle Lovaina, viceprimera ministra de Suecia y ministra de Cooperación Internacional para el Desarrollo y el Clima afirmó al respecto: "hablar de financiación es inútil si no se garantiza que la ayuda llegue a los necesitados. Y sin embargo, la falta de acceso de las organizaciones humanitarias a los escenarios del conflicto sigue siendo uno de los más importantes obstáculos para las organizaciones que trabajan en Yemen".
Por su parte, el vicepresidente suizo Olli Morer afirmó: "Hablar de la ayuda humanitaria por sí sola no es la respuesta adecuada a las crecientes necesidades de la población de Yemen que se hallan en situación de riesgo debido al conflicto armado". Añadiendo: "Se debe encontrar una solución política, por lo que Suiza pide el cese urgente de las hostilidades y llama a todas las partes a sentarse en la mesa de negociaciones".
La situación humanitaria en Yemen es ahora mismo considerada como la peor del mundo, necesitando algún tipo de ayuda 22 millones de personas del país, lo que constituye aproximadamente tres cuartas partes de la población.
Las agencias humanitarias han aumentado significativamente su presencia y trabajo en el país durante el año pasado, y la cantidad de personas a las que se distribuido asistencia alimentaria ha aumentado de 3 a 7 millones cada mes.
Estas agencias y organizaciones humanitarias se concentran ahora, en previsión de la temporada de lluvias que comienza este mes, en asegurar que las familias tengan una alimentación adecuada y en intensificar la campaña de entrega de suministros, información, prevención e inmunización en aquellas zonas de alto riesgo con el fin de evitar la repetición de la aparición de un brote de cólera como el que se produjo el año pasado.
Yemen es desde hace más de tres años escenario de una violenta guerra entre milicias contrarias al régimen anterior, apoyadas por una coalición árabe comandada por Arabia Saudí, que controlan algunas provincias al este y sur del país, incluido el mayor puerto de Yemen, Aden; y milicias Houthies apoyadas por Irán que controlan otras provincias del norte y oeste, incluida la capital, Saná, desde el 21 de septiembre de 2014.