La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF pidieron una acción internacional en respuesta a los peligros explosivos en Siria, donde al menos 910 niños fueron asesinados en 2017 con artefactos explosivos.
"Más de 8 millones de personas están expuestas en Siria a peligros por explosivos, incluidos más de 3 millones de niños", según dijeron el miércoles en una declaración conjunta la OMS y UNICEF.
Al menos 910 niños fueron asesinados y 361 niños fueron mutilados en Siria en 2017, incluso por restos de explosivos de guerra y por dispositivos explosivos improvisados activados por las víctimas, según dijeron la OMS y UNICEF.
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Según los informes, sólo en los primeros 2 meses de 2018 unos 1.000 niños murieron o resultaron heridos al intensificarse la violencia.
Al señalar la situación en la ciudad de Raqqa, donde aproximadamente 200,000 personas han regresado a la ciudad desde el pasado mes de octubre, la declaración decía: "Estas familias corren un gran riesgo de ser asesinadas o mutiladas por los peligrosos explosivos que ensucian y contaminan la ciudad".
Al menos 658 personas resultaron heridas y más de 130 murieron por minas terrestres, trampas explosivas y municiones sin detonar en la ciudad de Raqqa desde el 20 de octubre de 2017 hasta el 23 de febrero de 2018, según agregaba el comunicado.