El estado de salud de los prisioneros palestinos retenidos en las cárceles israelíes se está "deteriorando", según un informe presentado ayer por el Comité de Prisioneros y Asuntos de los Presos Excarcelados.
La mayoría de los palestinos enfermos están detenidos en la prisión de Al-Ramla, que está superpoblada, declaró el grupo. Los reclusos no reciben la atención médica y el tratamiento necesarios para solucionar sus problemas, agregó.
Los presos discapacitados tampoco pueden usar el baño y las instalaciones sin la ayuda de otros reclusos, explicó el comité.
Los grupos de derechos humanos han declarado que hay alrededor de 6.500 presos palestinos en 22 cárceles israelíes, incluidos cerca de 400 que padecen enfermedades que requieren tratamiento, 400 en detención administrativa, 350 menores y 57 mujeres.
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Un tribunal israelí ha dictaminado que Shadi Farah, de 15 años, puede cumplir el resto de su condena de dos años en un centro juvenil después de que un servicio judicial de Israel solicitase su traslado a una cárcel para adultos.
Farah fue detenido el 30 de diciembre de 2015 y debería haber sido liberado a fines del año pasado, sin embargo, el tribunal no tomó en cuenta el año que pasó en la cárcel antes de ser sentenciado.