Turquía y sus aliados rebeldes sirios han perdido en total a "cientos" de combatientes hace tres meses, desde el inicio de una campaña en el noroeste de Siria, dijo el presidente Tayyip Erdogan el sábado según informa Reuters , con los rebeldes sufriendo la mayor parte de las pérdidas.
Turquía y sus aliados del Ejército Sirio Libre (FSA) lanzaron la operación en enero, apodada por Ankara como "Rama de olivo", y desde entonces barrieron de la región de Afrin al YPG kurdo-sirio .
Erdogan había amenazado anteriormente con avanzar más hacia el este, una medida que aumentaría la tensión en el conflicto multirracial de Siria.
"Junto a nuestros 56 mártires, el ejército de la FSA tenía cientos de mártires", dijo Erdogan a NTV de Turquía en una entrevista transmitida en vivo.
Turquía ve al YPG como una extensión del proscrito Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), considerado un grupo terrorista por los Estados Unidos y Europa. El PKK ha librado una insurgencia de tres décadas en el sureste de Turquía, en su mayoría kurda, que ha dejado unas 40,000 personas muertas.
Estados Unidos entrenó y respaldó a la milicia YPG en la lucha contra el Daesh en Siria. Ese apoyo ha enfurecido a Erdogan y tensado los lazos entre Washington y Ankara, ambos aliados de la OTAN y miembros de la coalición contra Daesh.