El presidente del bloque de diputados “Gente de la Sunna” en el parlamento iraní, Jalil Rahimi, ha llamado a que la porción sunnita de la población pueda también trabajar en puestos gubernamentales en Irán en situación de igualdad con respecto a la mayoría shií.
Según la Agencia de Trabajadores Iraníes, Rahimi declaró el miércoles que "La mayoría de la ciudadanía de confesión sunní votó por el presidente Hassan Rohani en las últimas elecciones. Pero sin embargo Rohani no ha cumplido su promesa de emplear a ciudadanos sunníes en puestos de dirección, con excepciones puntuales".
También subrayó que la ciudadanía sunní no suele estar empleada en los puestos directivos oficiales. Se da la excepción del nombramiento de un viceministro de Trabajo y un embajador de Irán, ambos suníes, en el año de presidencia de Rouhani.
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Rahimi añadió que todo progreso en fortalecer la justicia y la igualdad de oportunidades redundará en una mayor armonía social en el país.
También ha señalado que hasta ahora no había recibido una respuesta oficial respecto a esta cuestión por parte del gobierno de Rouhani, ello a pesar de haberlo solicitado al primer diputado de Rohani, Ishaq Jahangiri, y al portavoz del gobierno iraní, Mohammad Baqir Nobkhet.
También incidió en que esta situación actual se refleja incide negativamente en la visión de la parte de la población sunní del gobierno de Irán.
Y denunció que los principales problemas a los que se enfrenta este sector de la población iraní son la violación de su derecho a practicar su islam y la no autorización para la construcción de mezquitas en ciudades como Teherán, agregando: "Nosotros, la población sunní, queremos también establecer mezquitas en Teherán y las ciudades en las que vivimos".
Según estadísticas no oficiales, la población sunní de Irán consta de unos 15 millones de los 80 millones de personas que residen en el país.