El tribunal “de justicia” de la ocupación israelí en la ciudad palestina ocupada de Al Naasar (Nazaret) ha condenado este jueves a la poeta palestina Daariin Tatour, de 36 años y originaria de la aldea de Al Riina, cercana a esta ciudad, por "incitación a la violencia".
El padre de la poeta, Taoufiiq Tatour, ha asegurado en unas declaraciones a las que ha tenido acceso Quds Press respecto a la audiencia celebrada hoy en el juzgado de Saleh que "hace más de dos años que combatimos en los tribunales en defensa de mi hija Daariin, a la que han acusado de “incitación a la violencia” .
Tatour ha agregado también que el tribunal “de justicia” de la ocupación ha condenado hoy a la poeta por todos los cargos formulados en su contra, y que incluyen acusaciones como “incitación a la violencia” y “contacto con partes hostiles”.
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Y ha explicado que su hija pasó alrededor de tres meses en prisión tras su detención en octubre de 2015 y luego fue puesta en arresto domiciliario, que continua hasta hoy.
También ha explicado que la poeta ha pasado dos meses en régimen de “arresto domiciliario total”, y que luego el tribunal de la ocupación aceptó, en respuesta a los requerimientos de su abogado, permitirle salir gradualmente de su casa por razones de necesidad y tratamiento. Finalmente se le ha permitido salir acompañada y con un horario determinado.
El periódico hebreo Haaretz ya había informado el jueves de que el tribunal de la ocupación en la corte israelí emitiría una sentencia condenatoria contra Tartour dos años y medio después de que se presentara una acusación contra ella por publicar un poema en internet en el que supuestamente “incitaría al terrorismo”.
El periódico señalaba también que Tatour fue arrestada en octubre de 2015, tras publicar un poema y diversos escritos a través de las redes sociales, descritos como "llamamientos a cometer actos de violencia y terrorismo, con alabanzas y enaltecimiento de los ataques", según las acusaciones del fiscal de la ocupación.
Su persecución judicial comenzó a raíz de un poema escrito por ella, titulado “Resiste, oh mi pueblo, resiste contra ellos”, y particularmente de algunos versos incluidos en el mismo, en especial unos que traducidos vienen a decir:
“Resiste, oh mi pueblo, resiste contra ellos / resiste contra el pillaje de los colonos / y sigue la senda de los mártires”.
Esta es una de las extrañas e injustas causas del encausamiento de esta joven poeta, de la acusación de “incitación a la violencia” de que es víctima, hecho contra el que se han rebelado poetas, escritores, creadores y artistas de todo el mundo.
Aprovechamos para explicar que la utilización de la palabra “mártir” en esta traducción está muy relacionada con la acusación de que es objeto la poetisa, en tanto que para la acusación de la ocupación, hablar de seguir “la senda de los mártires” supone una forma de “incitar al martirio”.
Al respecto hay que explicar que, aparte el hecho de que estamos hablando de poesía, luego presuponer esto o censurarlo supone una terrible forma de censura a la libertad de creación y expresión, la ocupación juega para plantear esta acusación con un prejuicio cultural relacionado con la palabra “shahiid”.
“Shahiid”, la palabra original en el poema, acepta esta traducción, “mártir”, como la más cercana, pero se debe explicar cuál es el concepto y el uso de la palabra “mártir” en la lengua árabe y el ámbito musulmán.
Resumiendo, se puede decir que, al igual que la palabra “mártir” en castellano, su uso originario es religioso, pero como en castellano, ha pasado con el tiempo a describir algo más general, pudiendo uno ser “mártir” por una causa no religiosa, o por una causa política, y pudiendo uno ser “mártir” aun siendo una persona no creyente.
Se debe hacer notar que, curiosamente, al igual que en castellano, no hay otra palabra que defina lo mismo (quien ha muerto por cierta cuestión, a la que se puede “sacar punta” de forma política o religiosa: la palabra “héroe” es parecida, pero no implica esa muerte) para el ámbito no religioso o las cuestiones no religiosas.
Y se debe hacer notar igualmente, que son las distintas características sociales y culturales en que se encuentran ahora los países occidentales, y los islámicos, los que hacen que, tanto la ocupación, como gran parte de la sociedad occidental, encuentre este concepto “radical”. Hecho con el que juega la “justicia” de la ocupación para pretender encerrar a esta poetisa.
Su causa puede ser que en la cultura occidental, debido a la cuestión del laicismo del estado y de la izquierda, es una palabra “mal vista” y con “mala prensa” en algunos sectores, pero en el mundo árabe su uso es común y normal a nivel de toda la sociedad, izquierda incluida. Por eso, digamos, en todo el mundo árabe se usa de forma común hoy en día, mientras en occidente es una palabra que apenas se encuentra hoy en día en prensa o medios.
En Palestina, por ejemplo, se aplica este título, en general, a todo el que haya muerto combatiendo contra la ocupación israelí o asesinado de forma injusta por la misma, con independencia de si era una persona creyente o atea: esa persona pasa a ser “mártir” (de la causa palestina).