Los inspectores de armas químicas, que han pedido a la comunidad internacional poder para esclarecer la autoría la responsabilidad del ataque químico del mes pasado en Siria, se están preparando para exhumar cuerpos de víctimas de Duma en un intento de probar si se utilizó cloro o un agente nervioso en la matanza de más de 86 personas.
En una entrevista con el Financial Times, Ahmet Uzumcu, jefe de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW), dijo que su misión de investigación había reunido muestras que se han deteriorado rápidamente. Los especialistas en armas químicas creen que las nuevas muestras tomadas de las víctimas pueden proporcionar una prueba incontrovertible de si en el ataque se utilizó cloro o un agente nervioso como el sarín.
Según el FT, expertos en armas químicas y funcionarios de la OPCW dijeron que el movimiento para exhumar cuerpos supuso un acontecimiento positivo después de que Estados Unidos y Gran Bretaña acusaran a Siria, y a su aliada Rusia, de impedir que los investigadores llegaran a Duma.
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La decisión fue elogiada por Dave Butler, especialista del Reino Unido en armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares. Butler dijo que era posible que los cadáveres de las víctimas fueran enterrados rápidamente después del ataque para evitar que los comandantes del régimen de Assad se los llevaran y para preservar el vapor de los químicos en la piel, informó el FT.
"Si yo fuera el inspector, me gustaría llevar un par de cuerpos enteros al laboratorio para una autopsia completa", dijo Butler.
"Solo de esta manera se podría establecer si hubo otros productos químicos además del cloro utilizado en el ataque".
Butler también expresó su preocupación por la limitación de la OPCW, que se estableció hace 21 años para vigilar la convención internacional sobre armas químicas. El organismo internacional de control no posee el poder de iniciar investigaciones.
El jefe de la OPCW, Uzumcu, se hizo eco de los sentimientos que decían que el organismo no tiene el mandato de atribuir la responsabilidad de los ataques y que ahora estaba presionando para que se le otorguen tales poderes.
"Es un conflicto serio", declaró al FT. "La comunidad internacional tiene que abordar este asunto".