Amnistía Internacional ha criticado la decisión de las autoridades israelíes de expulsar a Omar Shakir, funcionario de Human Rights Watch, en un comunicado emitido ayer.
"Manifestamos nuestra total solidaridad con Omar Shakir y condenamos enérgicamente la decisión de Israel de revocar su permiso de trabajo y de ordenarle que abandone el país", afirmó la subdirectora de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, Magdalena Mughrabi.
"Este es otro signo alarmante de la creciente intolerancia del país a las voces críticas".
Amnistía instó a las autoridades israelíes a "detener de inmediato el hostigamiento en curso contra los defensores de los derechos humanos" y aseguró que:
"Prohibir el acceso a quienes documentan abusos contra los derechos humanos no ocultará las violaciones masivas de Israel llevadas a cabo en el contexto de más de 50 años de ocupación."
"Israel debe derogar las leyes que restringen arbitrariamente la defensa de los derechos humanos, incluidas las críticas a las violaciones de los derechos humanos y las violaciones del derecho internacional que ha cometido".
La decisión del gobierno israelí de revocar el permiso de trabajo de Shakir, que ha llegado a los titulares internacionales, se hizo sobre la base de su presunto apoyo al boicot a Israel.
Como señaló Amnistía, las autoridades "citaron una enmienda de 2017 a la Ley de Entrada a Israel que rechaza la entrada a Israel y los Territorios Palestinos Ocupados (OPT) a cualquier persona que apoye o llame a un boicot según lo definido en la ley de 2011 de 'anti boicot' ".
"La ley de 2011 considera delito el incitar a boicotear las instituciones o empresas israelíes, incluidas las que operan en asentamientos ilegales en los Territorios Palestinos Ocupados", explicó Amnistía, y agregó que "ambas leyes son contrarias a la obligación de Israel de respetar los derechos a la libertad de expresión y a la no discriminación por razones de opinión política ".