La escritora saudí Madaawii al Rasheed ha denunciado que las tres últimas oleadas de arrestos realizados por las autoridades saudíes reflejan la paranoia que sufre el nuevo liderazgo saudí, señalando que este parece ser incapaz de distinguir entre amigos y enemigos.
La escritora ha añadido en un artículo publicado por la web británica Middle East A que estas detenciones se pueden considerar una señal de la inseguridad de las autoridades frente a su propio poder, o como una táctica represiva, o como una estrategia para conseguir una movilización popular que reafirme su liderazgo y defienda sus políticas, todo ello sin hacer la menor mención al heredero al trono".
La académica saudí ha recalcado también: "Todas estas campañas de arrestos dirigidas contra distintas personas lo que intentan es perpetuar la épica en curso, el juego del trono de los Saud. Y ello, por su parte, revela la incapacidad de los líderes saudíes a la hora de concentrarse en desarrollar la necesaria visión económica de la que ya he hablado, a la vez que reflejan el malvado deseo de fortalecer su poder mediante la represión en lugar del consenso".
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La escritora ha explicado que se han llevado a cabo tres oleadas de arrestos. La primera tuvo lugar en septiembre de 2017, y en ella fueron arrestados gran cantidad de islamistas a los que se acusó de promover el extremismo religioso en un momento en que el príncipe heredero quería llevar Arabia Saudí hacia una doctrina más moderada. Entre los arrestados se contaron renombrados eruditos religiosos, intelectuales y hasta expertos economistas.
La escritora también ha explicado que estos arrestados no compartían esas tendencias extremistas, sino que su nexo de unión era su renuencia a alabar la visión económica del príncipe o a considerar a Qatar una fuente de terrorismo y las críticas a las políticas del rey Salman y su hijo.
También explicó que la segunda ola de detenciones, llevada a cabo en noviembre de 2017, fue más impactante. En la misma fueron detenidos y encerrados en el hotel Ritz Carlton de Riyad príncipes como Muttab bin Abdullah, jefe de la Guardia Nacional saudí, el multimillonario Walid bin Talal y muchos otros miembros de las élites económicas, fueron arrestados.
La tercera ola de detenciones, se ha abierto esta semana pasada con el arresto de siete activistas que defienden los derechos de las mujeres. Pero de forma extraña, las fotos de estas activistas fueron publicadas en los medios impresos de Arabia Saudí, a la vez que los titulares elogiaban a las autoridades por deshacerse de traidores y quienes crucen “la línea roja”.
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