El secretario general del movimiento libanés Hezbollah, Hassan Nasrallah, ha incidido en unas recientes declaraciones en que su movimiento no apoya a nivel económico o militar al Frente Polisario. Y ha señalado que Marruecos carece de pruebas físicas "que justifiquen sus acusaciones".
Marruecos rompió relaciones diplomáticas con Irán el 1 de mayo de 2018 tras acusar a Hezbollah de “haberse aliado con el Frente Polisario" para amenazar la seguridad nacional y los altos intereses del reino.
En respuesta, Nasrallah, en un discurso ofrecido el viernes pasado con motivo de la “Fiesta de la Resistencia y la Liberación”, ha expresado que "estas justificaciones ofrecidas por Marruecos para cortar sus relaciones con Irán son una falsedad y carecen de toda prueba".
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Y aclaró que las supuestas pruebas de este apoyo a las que se había referido previamente el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, "son indicios sin una base material que no demuestran el apoyo y entrenamiento de miembros del Frente Polisario por miembros de Hezbollah". A la vez que señalaba que los nombres de los funcionarios marroquís proporcionaron durante su visita a Teherán a los funcionarios iraníes de personas supuestamente involucradas en este apoyo "son personal que no desempeña cargos en el ámbito militar y de seguridad de Hezbollah, y que no cooperan entre ellos”, sugiriendo que "estos nombres habían sido suministrados a Marruecos por la inteligencia israelí".
Hassan Nasrallah ha afirmado que Hezbollah no mantiene relaciones políticas con el Frente Polisario y que su posición en el tema del Sahara Occidental “se mantiene en la neutralidad”.
Marruecos anunció el martes 1 de mayo de 2018 la ruptura de relaciones diplomáticas con Irán e invitó al embajador iraní a abandonar Marruecos "de forma inmediata".