El presidente iraní Hassan Rohani ha afirmado que "la juventud, las mujeres y las minorías" tienen razón al quejarse por no poder hacer uso efectivo de su igualdad de derechos en Irán.
De acuerdo a un comunicado publicado por la oficina de la presidencia iraní, Rohani ha asegurado también que es imprescindible preparar las condiciones para que estos tres sectores sociales puedan tomar el papel que les corresponde en la gestión del país.
En un discurso ofrecido la noche del viernes en Teherán ante un público de clérigos y representantes de la comunidad sunní, afirmó que "pese a las diferencias entre las personas todos somos iguales como seres humanos".
Rohani reconoció que "las minorías disfrutaban de mayores derechos antes de la revolución de 1979", señalando que "hay que ser conscientes de la discriminación que sufren hoy estas minorías en el país."
Por su parte, Abd al Rahman Pirani, secretario general del grupo “Predicación y Reforma”, afirmó en la misma sesión que sólo será posible establecer la justicia si se erradican la desigualdad y la discriminación en el país.
Según informaciones ofrecidas por este grupo en su sitio web, Rohani llamó a las autoridades iraníes a poner coto a las restricciones impuestas a la población sunní por parte de las instituciones gubernamentales, agregando: “Los derechos de ciudadanía consagrados en la Constitución iraní deberían otorgarse a toda la ciudadanía iraní por igual, la comunidad sunní incluida”.
En Irán se estima que existe una comunidad sunní de 15 millones de personas, sobre una población total de 80 millones. Esta comunidad exige tener pleno acceso a los derechos de ciudadanía consagrados en la Constitución iraní a su pueblo, y exige también a las autoridades que las zonas donde son mayoría no sufran discriminación.
Las autoridades iraníes han impuesto también en ocasiones restricciones a los líderes espirituales y eruditos de la comunidad sunní, entre ellas la libertad de movimiento. En otras ocasiones no han permitido la restauración y mantenimiento de mezquitas de la comunidad sunní en algunas provincias, y siguen prohibiendo de forma oficial la construcción de una mezquita sunní en Teherán.