60 han muerto y 52 están desaparecidas tras el hundimiento de un barco que transportaba a un grupo de seres humanos, hace dos días en la costa de las islas tunecinas de Kerkennah, declaró ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Un portavoz de la OIM declaró que 48 de los muertos eran ciudadanos tunecinos, mientras que el resto eran extranjeros cuyas nacionalidades aún no han sido identificadas.
68 sobrevivieron, declaró el portavoz. Los supervivientes declararon que pagaron entre 2.000 y 3.000 dinares ( 778- 1.167 dólares) a los traficantes de personas para subir al barco.
Una declaración de la OIM agregó que "esta tragedia ocurre en un momento en que la organización registró la llegada de 1.910 inmigrantes tunecinos por mar a Italia entre el 1 de enero y el 30 de abril de 2018, en comparación con solo 231 inmigrantes en el mismo período en 2017".
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