El rey de Jordania, Abdullah II, ha reconocido el empeoramiento de las condiciones económicas en su país y ha afirmado que Jordania está "en una encrucijada" y saldrá de esta difícil situación o se enfrentará "a lo desconocido".
El rey Abdullah atribuyó la crisis política y económica que ha provocado fuertes protestas en el país al hecho de que Jordania asume la carga de acoger a los refugiados sirios a pesar de la disminución de la ayuda internacional, y acusó a la comunidad internacional de no cumplir con sus compromisos hacia Jordania.
La situación en la región ha llevado a la situación económica a la que ahora se enfrenta Jordania, explicó el monarca.
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El cese de la entrega de gas egipcio al Reino le costó 4.000 millones de dinares (5.600 millones de dólares), explicó Abdullah II, y agregó que esto, además del fracaso de los funcionarios gubernamentales para tomar decisiones, ha afectado la posición económica del país.
"He tenido que hacer el trabajo del gobierno durante el último período, y este no es mi papel. Mi deber es proteger la constitución y garantizar un equilibrio entre los poderes, pero cada poder y funcionario debe ser responsable, y quien no puede llevar a cabo sus deberes debe dejar el puesto a aquellos que tienen la capacidad de hacerlo ".
El rey Abdullah dijo que la factura del impuesto a la renta que se está introduciendo mejorará los servicios prestados a los ciudadanos en el país, y agregó que es importante que las familias de bajos ingresos estén protegidas y se fomente la inversión.
Jordania ha sido testigo de protestas masivas a medida que sus ciudadanos se levantan en contra de una nueva ley de impuestos que, según dicen, empobrecerá a la población. Como resultado, el primer ministro Hani Al-Mulki presentó su renuncia el lunes y el rey nombró al hasta entonces ministro de Educación Omar Al-Razzaz para formar un nuevo gobierno.