Video y edición de Jehan Alfarra, entrevista de Amelia Smith.
Mai Masri ha sido una de las primeras cineastas palestinos en documentar la vida en Palestina bajo la colonización israelí y la guerra civil en Líbano. Masri creció en Beirut y tenía solo 17 años cuando estalló el conflicto.
Una retrospectiva de su carrera se exhibió como parte del Festival Ciné-Palestine en París, uno de los cada vez más numerosos festivales de cine palestinos que tienen lugar en todo el mundo.
"De todo el cine árabe, [Palestina] es el único cine, o el único país, que tiene festivales consistentes en todo el mundo", dice Masri, cuyo trabajo se ha presentado en festivales de Toronto, Londres y Busan. Su largometraje debut "3000 noches" ganó más de 24 premios.
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Su aclamada trilogía "Children of Fire", "Children of Shatila" y "Frontiers of Dreams and Fears" se centra en la vida de jóvenes refugiados palestinos.
El primero documenta la vida en Nablus durante la primera intifada y el segundo lleva al espectador al campo de refugiados de Shatila de Líbano. El tercero sigue la amistad entre dos jóvenes refugiados, uno en Líbano y otro en Palestina, que se encuentran en la frontera después de la liberación del sur de Líbano tras 22 años de colonización.
"La trilogía trata de lo que está pasando ahora en Gaza, porque también hay una gran marcha del retorno constante, por lo que el concepto de niños, refugiados y generación joven y no haber olvidado Palestina es muy poderoso", dice Masri.
"Permanecen como parte de la memoria, salvaguardándola y protegiendo la historia que no está escrita".