Lo que está ocurriendo en Palestina no es un "conflicto". Usamos el término fácilmente, pero, de hecho, la palabra "conflicto" es engañosa. Equipara a los palestinos oprimidos con Israel, una potencia militar que comete violaciones de numerosas resoluciones de Naciones Unidas.
Son estas ambiguas terminologías las que le permiten a la embajadora de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Nikki Haley, defender el "derecho de Israel a defenderse", como si los palestinos ocupados y colonizados militarmente fueran los que amenazaran la seguridad de su ocupante.
De hecho, esto es precisamente lo que ha hecho Haley para contrarrestar un proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU presentado por Kuwait para proporcionar un grado mínimo de protección a los palestinos. Haley vetó el borrador, continuando así un sombrío legado de defensa de Israel por parte de EE. UU., a pesar de la violencia constante de este último contra los palestinos.
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No es de extrañar que de los 80 vetos ejercidos por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la mayoría fueran para proteger a Israel. El primero de esos vetos por el bien de Israel fue en septiembre de 1972 y el último, utilizado por Haley, el pasado 1 de junio.
Antes de someterse a votación, el proyecto kuwaití fue revisado tres veces para "diluirlo". Inicialmente, pedía proteger al pueblo palestino de la violencia. El borrador final simplemente pedía "El examen de medidas para garantizar la seguridad y la protección de la población civil palestina en el territorio palestino ocupado, incluida la Franja de Gaza".
Aún así, Haley encontró el lenguaje "groseramente unilateral".
El casi consenso en apoyo del proyecto de Kuwait se encontró con el rechazo total del propio proyecto de resolución de Haley que exigía que los grupos palestinos cesaran "todas las acciones de provocación violentas" en Gaza.
Las "acciones provocadoras" mencionadas en el borrador de Haley son la movilización masiva de decenas de miles de palestinos en Gaza, que han estado protestando pacíficamente durante semanas, esperando que sus protestas pongan nuevamente el asedio israelí a Gaza en la agenda de la ONU.
El contraproyecto de resolución de Haley no obtuvo un solo voto a favor, excepto el de Haley. Pero tal humillación en el escenario internacional no significa nada para Estados Unidos, que ha apostado su reputación internacional y su política exterior a proteger a Israel a cualquier coste, incluso contra observadores desarmados cuyo trabajo es simplemente informar sobre lo que ven en el terreno.
La última de estas "fuerzas" fue la de 60 - luego aumentó a 90 - miembros de la Presencia Internacional Temporal en Hebrón (TIPH, por sus siglas en inglés).
La TIPH se estableció en mayo de 1996 y ha presentado numerosos informes sobre la situación en la ciudad palestina ocupada, especialmente en el área H-2, una pequeña parte de la ciudad controlada por el ejército israelí para proteger a algunos de los colonos judíos más violentos, que residen en el área de forma ilegal.
Jan Kristensen, un teniente coronel retirado del ejército noruego que dirigía la TIPH, dijo lo siguiente en 2004 después de la finalización de su misión de un año en Hebrón:
"La actividad de los colonos y el ejército en el área H-2 de Hebrón está creando una situación irreversible. En cierto sentido, la limpieza se está llevando a cabo. En otras palabras, si la situación continúa por unos pocos años, el resultado será que ningún palestino permanecerá allí".
Uno solo puede imaginar lo que ha sucedido a Hebrón desde entonces. El ejército y los colonos judíos se han vuelto tan envalentonados en la medida en que ejecutan a los palestinos a sangre fría con poca o ninguna consecuencia.
Uno de esos episodios se hizo particularmente famoso, ya que fue captado por una cámara. El 24 de marzo de 2015, un soldado israelí llevó a cabo una operación de rutina disparando en la cabeza a un palestino incapacitado.
La ejecución de Abd Al-Fattah Al-Sharif, de 21 años, fue filmada por Imad Abushamsiya. El video se hizo viral y causó una vergüenza masiva en Israel, forzándolo a llevar a cabo un juicio en el que el soldado israelí que mató a Al-Sharif recibió una leve sentencia; luego fue liberado y tuvo una recepción digna de un héroe.
Sin embargo, Abushamsiya, quien filmó el asesinato, fue hostigado tanto por el ejército israelí como por la policía y recibió numerosas amenazas de muerte.La práctica israelí de castigar al mensajero no es nueva. La madre de Ahed Tamimi, Nariman, que filmó a su hija adolescente frente a soldados israelíes armados también fue detenida y sentenciada.
Israel ha castigado a los palestinos prácticamente por haberse atrevido a grabar su propio sometimiento por parte de las tropas israelíes y, al mismo tiempo, ha facultado a estos mismos soldados para que hagan lo que les plazca; ahora está en el proceso de convertir esta realidad cotidiana en ley real.
A finales de mayo fue presentado un proyecto de ley en la Knesset israelí que prohíbe "fotografiar y documentar soldados (de la ocupación israelí)", y criminaliza "a cualquiera que filme, fotografíe y / o grabe a soldados en el cumplimiento de su deber".
El proyecto de ley, que cuenta con el apoyo del ministro de Defensa israelí, Avigdor Lieberman, exigirá un período de cinco años de prisión para los infractores.
El proyecto de ley significa prácticamente que cualquier forma de vigilar a los soldados israelíes es un acto criminal. Si esto no es una llamada para cometer perpetuos crímenes de guerra, ¿qué es?
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Solo para estar seguros, un segundo proyecto de ley propone otorgar inmunidad a los soldados sospechosos de actividades delictivas durante las operaciones militares.
El proyecto de ley es promovido por el viceministro de Defensa, Eli Ben Dahan, y está obteniendo apoyos en la Knesset.
"La verdad es que el proyecto de ley de Ben Dahan es completamente redundante", escribió Orly Noy en el sitio web israelí +972.
Noy citó un informe reciente de la organización israelí de derechos humanos Yesh Din que muestra que "los soldados que presuntamente cometen crímenes contra la población palestina en los Territorios Ocupados gozan de inmunidad casi total".
Ahora, los palestinos son más vulnerables que nunca, e Israel, con la ayuda de sus valedores estadounidenses, es más descarada que nunca.
Esta tragedia no puede continuar. La comunidad internacional y las organizaciones de la sociedad civil -independientes del gobierno de EE. UU. y de sus vergonzosos vetos- deben asumir la responsabilidad legal y moral de hacer un seguimiento de la acción israelí y brindar una protección significativa a los palestinos.
Israel no debería tener libertad para abusar de los palestinos a su antojo, y la comunidad internacional no debe limitarse a esperar y observar el sangriento espectáculo.
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