Decenas de activistas del ámbito de la defensa de los derechos humanos y de los derechos de la mujer participaron el pasado domingo en la ciudad andaluza de Huelva en una marcha de protesta en solidaridad con las jornaleras marroquíes víctimas de acoso sexual.
El poder judicial español ha abierto hace apenas unos días una investigación tras las denuncias de abusos sexuales sufridos por trabajadoras marroquíes en los campos agrícolas de la ciudad de Huelva, situada al sur del país.
Como resultado de esta investigación fue arrestado un hombre de nacionalidad española que trabajaba como capataz en estos campos. Sin embargo, la fiscalía decidió posteriormente ponerle en libertad.
Algunas organizaciones no gubernamentales convocantes de la marcha publicaron un fragmento de vídeo en el que se mostraban consignas para seguir manteniendo el apoyo a las temporeras y no dejar de escucharlas.
Los manifestantes exhibieron también pancartas exigiendo una persecución judicial de las personas que puedan estar implicadas en cometer estos abusos y en defensa de los derechos de las trabajadoras marroquíes.
El 9 de junio, el ministerio de Trabajo marroquí explicó en un comunicado que sólo se había detectado un caso de acoso sexual en una finca en España.
El tema ha generado gran polémica en Marruecos después de que medios de comunicación españoles informaran de que "mujeres marroquíes fueron sometidas a explotación sexual por parte de algunos de sus empleadores".
El portavoz del gobierno marroquí, Mustapha al Khoufi, explicó al respecto que su gobierno estaba preocupado por todo lo que perjudicara la dignidad de la ciudadanía marroquí, tanto dentro como fuera del país.
También aclaró que el parlamento había pedido la apertura de una investigación y había subrayado que su país "no va a aceptar nada que dañe la dignidad de la ciudadanía marroquí".
En base a un acuerdo entre Marruecos y España firmado en 2001, España emite cada año permisos de trabajo temporales para la recogida de la fresa en los invernaderos de Huelva a 10.000 trabajadores.
Las trabajadoras marroquíes permanecen en España trabajando en la recolección de la fresa desde febrero a julio de cada año. En ese momento, terminada la temporada de la fresa, regresan a sus hogares.
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