Los líderes de 16 estados miembros de la Unión Europea se reunieron ayer para discutir una propuesta que permitiría instalar campos de detención para refugiados en los países del norte de África.
En un encuentro que giró en torno a la crisis de los refugiados antes del próximo debate de la Comisión Europea que tendrá lugar el jueves, los líderes no consiguieron ponerse de acuerdo sobre la ubicación de los centros de detención.
Mientras que países como Italia insisten en establecer estos centros fuera de sus territorios y establecerlos en estados al sur del Mediterráneo, otros países como Francia y Alemania prefieren a Italia, Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia para recibir inmigrantes ilegales en su territorio antes de tomar una decisión sobre sus casos.
La idea de establecer centros de detención para inmigrantes ilegales en Argelia, Túnez, Marruecos y Libia no es nueva, ya que data de la década de 1990 cuando fue iniciada por el primer ministro británico, Tony Blair. Sin embargo, la idea no fue apoyada por los países europeos y fue recibida con un fuerte rechazo por parte de los países del Magreb Árabe.
Italia ha amenazado con boicotear la reunión del jueves si los países de la UE no siguen una estrategia firme para abordar la inmigración ilegal.
Muchos países europeos han sido testigos de un aumento del apoyo de la extrema derecha y de los partidos que abogan por establecer leyes que penalizan a cualquiera que apoye a inmigrantes ilegales, incluidos abogados y grupos de derechos humanos.
A principios de este mes, Italia se negó a recibir un barco con más de 650 inmigrantes ilegales que habían sido rescatados en el mar.
Poner fin a las guerras para acabar con la crisis de refugiados