Los bazares populares de Teherán, ubicados al sur de la capital, no abrieron sus tiendas este lunes por la mañana. Con esta huelga, que vino acompañada de concentraciones en la zona, pretenden llamar la atención sobre la situación de deterioro de los indicadores de la economía, el colapso del tipo de cambio de la moneda local frente al dólar y el descenso en el poder adquisitivo de los ciudadanos.
La agencia iraní Fars ha descrito estas concentraciones de protesta como "pacíficas", y ha mencionado que esta movilización comenzó en unas tiendas de telas, cuyos dueños decidieron declarrse en huelga, paso que siguieron el resto de comerciantes del bazar. Diversas fuentes han informado también de que hay numerosos equipos de la policía iraní desplegados en el lugar.
Según algunos comerciantes, especialmente los que se dedican a la venta de productos al por mayor, la fluctuación de los tipos de cambio, que prácticamente se produce a diario y que afecta no sólo a los bienes de importación sino a los locales, ha afectado negativamente a sus negocios. Así, ecuando los comerciantes tienen que vender sus productos a plazos, a lo largo del tiempo cambia el precio de las mercancías, lo que ocasiona pérdidas y problemas con los clientes.
Al respecto de esto, el presidente de la Cámara de Sindicatos de Comercio de Irán, Ali Fazeli, ha explicado que la situación en el bazar de Teherán es tranquila y que ha regresado a la actividad normal. Fazeli se ha referido a las quejas respecto de la situación económica señalando que se debe estudiar por separado el caso de los comerciantes afectados y de quienes "se aprovechan" de la situación.
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En un contexto relacionado, un grupo de diputados del parlamento iraní ha enviado un mensaje a su presidente Ali Larijani en el que le exhortan a mantener una reunión de emergencia entre los jefes de los tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, para tratar esta cuestión lo antes posible. También desean la formación de una comisión especial para dar seguimiento a los problemas económicos y tratar de buscar mecanismos para evitar estas fluctuaciones diarias en el tipo de cambio de mercado.
Diversas páginas web iraníes han informado de una resolución gubernamental emitida tras la celebración de una reunión de gabinete en presencia del presidente Hassan Rohaní el domingo, a través de la cual el gobierno ha decidido crear un mercado secundario de divisas para establecer a través del mismo los tipos de compra y venta de dólares de acuerdo a un precio fijo. Esta medida habría provocado consecuencias positivas en el tipo de cambio.
El gobernador del Banco Central de Irán, Wali Allah Saif, ha explicado que se va a llegar a un acuerdo para imponer un precio fijo para la mayoría de los productos de importación. Se espera que esta medida se refleje también positivamente en el mercado y ayude a detener la volatilidad y las fluctuaciones en el tipo de cambio.
Ayer domingo, numerosos propietarios de tiendas de electrónica y telefonía en los mercados de Aladdin y Charso, situados en el centro de la capital iraní, se sumaron a la huelga. La causa que esgrimieron fue también el continuo deterioro del tipo de cambio del riyal iraní frente al dólar y la precaria situación económica.
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