El ex presidente de Túnez, Zine El Abidine Ben Ali, se ha encontrado en su residencia en Yeddah, Arabia Saudí, con el ex dirigente del movimiento Enahda, Sabar al-Hamrouni. Con ocasión de este encuentro, Ben Alí ha ofrecido las primeras declaraciones públicas desde su caída y salida del poder de Túnez por causa de la revuelta popular tunecina de 2011 que supuso el comienzo de la Primavera Árabe.
El sitio web tunecino de información "Hechos en Línea" ha informado, reproduciendo informaciones suministradas por Al Hamrouni, de que Ben Ali estaría “sufriendo una situación difícil en lo material”. Ello pese a que la organización "Transparencia Internacional" calcula la riqueza de su familia en 13.000 millones de dólares, de los cuales 5.000 son en exclusiva del ex presidente tunecino.
Al Hamrouni habría informado de que Ben Ali se mantiene "en una situación financiera bastante inestable", señalando que "sus ingresos provienen de la caridad que le ofrece el gobierno de Arabia Saudí después de que el Estado tunecino se negara a abonarle su pensión de jubilación."
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Al Hamrouni, presidente de la organización “Destellos de Derechos”, ha publicado en su página web de Facebook diversas imágenes en las que aparece junto a Ben Ali. Y ha citado declaraciones de éste para decir que "él quiere volver a Túnez y presentarse ante el tribunal para ser juzgado de aquellos casos en los que hay acusaciones presentadas contra él, siempre que se haga con la condición de que la justicia tunecina se atenga a unos estándares judiciales justos que respeten los derechos humanos y no sean condicionados por el partidismo político".
El ex líder del partido tunecino Ennahda se reunió con Ben Ali en su residencia en Yeddah en dos ocasiones, en los meses de enero y abril de 2018. Y ha asegurado que lo hizo “como activista de los derechos humanos y presidente de una organización que se ocupa de los presos políticos y de la situación de la justicia transicional, para interesarme por su estado de salud y su situación”. También ha dicho que se reunirá con él de nuevo próximamente, sin precisar fecha.
Zin Al Abidine Ben Ali, que gobernó Túnez durante 23 años, ha admitido “haber cometido muchos errores”. De acuerdo a lo explicado por Al Hamrouni, el ex presidente tunecino ha reonocido que el régimen que dirigía cometió crímenes de tortura y ataques contra personajes políticos de la oposición, así como que su familia perjudicó a Túnez durante el periodo en el que él dirigía el país y “fue una de las causas de que fuera expulsado del poder debido a su desprecio por las leyes y a la comisión de diversos actos tiránicos contra la población tunecina”.
"Ben Ali me ha informado de que cometió un error en el año 2011, en los días del estallido de la revolución de Túnez. Ese error fue no ser honesto con el pueblo de Túnez desde el primer discurso sobre los crímenes cometidos por su familia política. Ha remarcado que debía haberlo hecho desde su primer discurso, no en el tercero", explicó Al-Hamrouni.
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Según el politico de Ennahda, Ben Ali ha dicho también que considera que "fue sometido a lo que describe como un "golpe político" elaborado por partes interiores del régimen, incluyendo figuras cercanas a él”, y ha expresado su sorpresa “por la actitud de algunas de estas personas que estaban cercanas o a su alrededor y en la actualidad compiten por demostrar que eran los más feroces opositores a su régimen”.
De acuerdo con Al Hamrouni, el gobierno de la República de Túnez ha tenido conocimiento de estos dos encuentros mantenidos con Ben Ali antes de que se produjeran. Y ha explicado que viene intentando reunirse con Ben Ali desde 2013 y 2014, para lo que ha tenido que mantener diversas comunicaciones con la embajada de Túnez en Arabia Saudí y con “organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos”.