El primer ministro egipcio Mustafá Medbouli anunció el martes la implementación de un plan urgente para desarrollar los recursos hídricos y garantizar el suministro de agua en el país. Para ello está prevista la construcción de nuevas plantas desalinizadoras.
El anuncio se produjo durante la comparecencia de Medbouli ante el parlamento egipcio, y según la televisión estatal ha sido respaldado por la mayoría de los miembros del consejo.
"Garantizaremos el suministro a través de la protección del legítimo derecho al agua, de la implementación de un plan urgente para la protección y desarrollo de los recursos hídricos, de la racionalización del uso del agua de riego y de la protección de nuestras costas," afirmó Medbouli.
“Además, se construirán nuevas plantas potabilizadoras, con el objetivo de garantizar el 100% del suministro de agua potable para las ciudades,” añadió, explicando que en las ciudades costeras se construirán plantas desalinizadoras.
El Cairo teme las repercusiones que pueda tener la presa de An-Nahda, que Etiopía está construyendo en el Nilo Azul. Una velocidad de llenado excesiva podría acarrear efectos negativos para Egipto, y para su principal recurso hídrico, el Nilo.
Diversos tratados estipulan que Egipto debe tener garantizado un suministro anual de 55.500 millones de metros cúbicos de agua del Nilo, y Egipto ha mantenido negociaciones con Etiopía y Sudán con respecto a la construcción de la presa. Sin embargo, éstas se han estancado sin que se llegara a un acuerdo sobre la futura capacidad de almacenamiento y la velocidad de llenado.
Etiopía aduce que la presa reportará múltiples beneficios, especialmente en cuanto a la producción de electricidad, y mantiene que no perjudicará a los países situados aguas abajo, Sudán y Egipto.
El nuevo gobierno egipcio dirigido por Mebdouli tomó posesión el pasado 14 de junio, ante el presidente Abdel Fattah al Sisi. Este nuevo gabinete surge tras el reemplazo de 12 ministros del anterior gobierno, entre ellos los de defensa e interior.
Para ampliar: La crisis del agua en el Nilo lleva a Sudán, Egipto y Etiopía al borde de la guerra.