La familia del presidente egipcio Mohammed Morsi confirmó que no saben exactamente dónde está detenido. También revelaron que está bajo presión a pesar de llevar detenido cinco años, desde los acontecimientos del 3 de julio de 2013, para obligarlo a "declarar el reconocimiento de la legitimidad del régimen existente" y "renunciar a su legitimidad", según las declaraciones de su familia.
Abdullah, el hijo del derrocado presidente Mohamed Morsi, declaró a Al Jazeera que su padre aún se aferra a su legitimidad como presidente electo. También se niega a rendirse a la voluntad de los líderes que intentan obligarlo a someterse a sus dictados.
El hijo de Morsi agregó que hay continuos intentos de subyugar a su padre y obligarlo a reconocer el régimen actual. Un rey se reunió con él con la intención de que él y su familia vivieran fuera de Egipto, propuesta que Morsi rechazó de manera tajante. Señaló que la insistencia de su padre en rechazar el régimen actual necesariamente refleja su rechazo de todas las medidas adoptadas durante esta fase.
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Según Al Jazeera, casi no hay información clara sobre la salud del presidente derrocado. Abdullah espera que pueda ser llevado en uno de los anexos de la prisión de Tora, donde se reunió con algunos de los miembros de su familia por segunda vez.
Abdullah también confirmó que su familia solamente ha podido reunirse con él dos veces desde su arresto. La primera vez fue en noviembre de 2013 en la prisión de Borg El-Arab, y la segunda fue en junio de 2017 en el anexo de la prisión de Tora después de que fueran advertidos por temas de seguridad que "los hombres no pueden visitar". Señaló que durante las visitas fueron acompañados por representantes de seguridad y que cada uno de ellos no pudo estar más de media hora.
También reveló que a su padre no se le permite interactuar con su familia, incluso en eventos familiares importantes. Esto incluye prohibirle ver a sus nietos y evitar que reciba condolencias, como tras la muerte de su suegra.
El consejero del Tribunal de Apelaciones y ex ministro de Justicia durante el gobierno de Morsi, Ahmad Suleiman, declaró que Morsi había sido sometido a presiones a cambio de su declaración de retirada. Sin embargo, se negó a "dejar ir el presente y el futuro de Egipto a quienes planean destruirlo y humillar a su pueblo".
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