La policía israelí ha atacado brutalmente a ciudadanos beduinos congregados en Al-Khan al-Akhmar, un enclave al este de la Jerusalén Ocupada. Las cargas policiales se produjeron después de que las carreteras y demás vías de acceso al enclave hubieran sido cortadas de madrugada.
Las fuerzas israelíes agredieron a un grupo de hombres y mujeres que se había congregado para enfrentarse a los bulldozers llegados para arrasar el que es su hogar desde hace décadas. La orden para arrasar el enclave llega después de que un tribunal israelí dictaminara que los habitantes debían abandonar la zona y trasladarse a la aldea de Abu Diis, designada por la administración como su nuevo lugar de residencia.
En la actualidad residen en Al-Khan al-Akhmar unas 250 personas, originarias del desierto de Negev. Viven en chabolas construidas con latón y madera y carecen de acceso a servicios básicos como electricidad, agua o vías de acceso. Esta política por parte de la administración israelí tendría como objetivo forzarles a la emigración.
Para ampliar: Desde el río hasta el mar, Israel contra los beduinos