El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó el martes de que al menos 27 miembros de las fuerzas del régimen sirio murieron en un ataque sorpresa lanzado por diversas facciones de la oposición, en la provincia occidental de Latakia.
Milicias de la oposición lanzaron un ataque sorpresa el lunes por la noche contra un pueblo y otras posiciones controladas por el régimen, en la zona norte de Lataqia, cerca de la frontera con Turquía.
El director del Observatorio, Rami Abdel Rahman, declaró a la agencia AFP que "murieron al menos 27 miembros de las fuerzas del régimen y de las milicias aliadas a este, como resultado de los violentos enfrentamientos y el fuego de artillería lanzado por las milicias de la oposición contra el pueblo de Al Attarh. Finalmente los ataques pudieron ser controlados."
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Según su versión, durante el ataque las milicias de la oposición consiguieron expulsar a las fuerzas del régimen de sus puntos de control. En el ataque también habrían sido heridos otros 40 miembros de las fuerzas del régimen y de sus milicias aliadas.
Otros seis combatientes del bando de las milicias opositoras también murieron en los enfrentamientos. Según el Observatorio, cazas del régimen lanzaron ayer varios ataques contra posiciones de estas milicias en diversos puntos controlados por la oposición en la región.
Las facciones de la oposición mantienen su control sobre una zona limitada en la zona rural norte de Lataqia. Esta es una de las cinco zonas de “desescalada del conflicto” que existen en Siria, creadas a partir de las conversaciones de Astana celebradas con el patrocinio de Rusia, Turquía e Irán.
Según el Observatorio, este último ataque de las milicias opositoras es el más mortífero acaecido en la región en los últimos tres años.
La familia del presidente sirio Bashar al-Assad proviene precisamente de la provincia costera de Lataqia. Esta zona se ha mantenido relativamente más tranquila que el resto de Siria desde que comenzara el caos en 2011.